La conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue, una vez más, el detonante de uno de los temas más discutidos a lo largo de la jornada, pues reveló a la persona que ocupará el lugar de Delfina Gómez Álvarez como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Desde Palacio Nacional, el mandatario sorprendió a todos los presentes, así como a sus espectadores, con el nombramiento de Leticia Ramírez Amaya como la sucesora de “la maestra”.

Con este anuncio, AMLO tiró abajo todas las predicciones que se habían barajado desde la sociedad civil e incluso por analistas y periodistas con amplia experiencia en la rama educativa, pues Ramírez no había sido, ni siquiera, considerada dentro de las opciones.

Ramírez Amaya se había desempeñado, hasta ahora, como Coordinadora de Atención Ciudadana en el Gobierno Federal, pero su colaboración con López Obrador se remonta a los inicios del siglo, en el 2000, cuando fue responsable del área de Atención Ciudadana durante la jefatura de Gobierno de AMLO al frente del entonces Distrito Federal.

Entre 2012 y julio del 2018 fungió como asesora de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (CDMX).

La llegada de Leticia Ramírez al más alto cargo dentro de la SEP no sólo generó una gran sorpresa, sino que provocó múltiples reacciones, en especial desde la trinchera de los opositores y críticos de la Cuarta Transformación (4T).

Uno de los aspectos que más resonaron entre las opiniones respecto a los movimientos en la dependencia fue la falta de experiencia de Ramírez Amaya en el sector, pues su último contacto con la educación pública ocurrió hace casi 20 años.

A partir de esto, el periodista y analista político Raymundo Riva Palacio comentó en su más reciente columna para Ejecentral que, detrás del nombramiento de Leticia Ramírez como secretaria de Educación, se esconden intereses políticos de López Obrador con miras a las elecciones de 2024.

En su texto, titulado “Educación no, votos sí”, el columnista aseguró que los cambios anunciados en Educación Pública reflejaron que al presidente “no le importa la construcción de un país con desarrollo, sino el control político”.

En este sentido, Riva Palacio comentó que, de manera previa, AMLO había prometido que el lugar de Delfina Gómez sería ocupado por una mujer preparada, con amplia y profunda experiencia y trayectoria en el sector educativo.

Esto, sin embargo, no fue así. “Haber egresado de la Escuela Nacional de Maestros y dado clases en primaria hasta 1984, no la hace una conocedora, o experta, ni garantiza capacidad de gestión, dirección y liderazgo”, escribió el analista, quien consideró a Leticia Ramírez como la secretaria de Educación Pública más débil que haya llegado al cargo.

Una de las mayores preocupaciones de esta designación es el posible impacto que tendrá en el panorama educativo mexicano, cuya situación ya era complicada desde antes de la llegada de Delfina Gómez, pero que no mejoró con ella.

En su escrito, Riva Palacio señaló que la mayor ventaja de Leticia Ramírez por encima de cualquier otro aspirante al puesto es su pasado en el sector magisterial.

Ramírez Amaya fue secretaria general de la Sección 9 del Magisterio que se encuentra en la Ciudad de México. Esto, puntualizó el periodista, la convierte en una pieza clave para echar a andar la máquina electoral de la 4T.

Esto, debido a que el poder en la Ciudad de México se encuentra actualmente dividido entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Coordinadora, que representa a la disidencia.

Aquí es donde, explicó Riva Palacio, Leticia Ramírez jugará un papel importante, pues su buena relación tanto con el Sindicato como con la Coordinadora servirá de puente para las negociaciones políticas.

Finalmente, el analista político concluyó que a López Obrador “sólo le interesan los votos y todo aquello que pueda acarrearlos, como los maestros y el programa de becas”, el cual elogió durante la misma conferencia en la que ofreció el sorpresivo anuncio.

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