A casi una semana del derrumbe e inundación de la mina de carbón de Sabinas, en Coahuila, familiares de los diez mineros atrapados no han perdido la esperanza de encontrarlos con vida.
Así lo dio a conocer el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tras ser cuestionado sobre las proyecciones médicas del estado de salud de dichos trabajadores. Esto, debido a que aún no han ingresado las brigadas de rescate y la extracción de agua no ha registrado la velocidad esperada por el Gobierno Federal.
“Todos tienen fe. Nadie está pensando en otra cosa más que el rescate. (Los familiares) tienen fe”.
Tras varios días de incertidumbre, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reveló que los rescatistas podrían ingresar a la mina a mediados de esta semana; esto, tras una primera inspección que la Marina (Semar) realizará este lunes con un dron submarino.
Pese a que las autoridades federales no especificaron el objetivo a buscar o vislumbrar dentro de la mina con el dron, se piensa que la inspección esté enfocada a localizar con exactitud la ubicación de los mineros.
Esto, debido a que la titular de Protección Civil (PC), Laura Velázquez, indicó que el artículo de la Semar incursionará en las galerías del sistema minero: excavaciones horizontales o con una pendiente suave, donde suelen levantarse los refugios para resguardar a trabajadores en caso de emergencia.
A dicha hipótesis se aúna que López Obrador dio a conocer que los mineros sí construyeron dichos albergues al interior de la mina ubicada en la zona de Conchas, cercana a la frontera con EEUU:
“(Los familiares) nos explicaban de que cuando se trabajan en esas minas, los mismos mineros hacen como huecos o refugios y eso es lo que se está pensando. Entonces (vamos) a hacer lo más rápido posible el desagüe para poder entrar”, expresó desde Palacio Nacional.
“Las familias están muy dolidas, tristes, preocupadas y llenas de sentimiento. Hay que comprenderlas, abrazarlas, quererlas”.
Cuota de humillación: así respondió AMLO a reclamos de los familiares
El pasado 7 de agosto, López Obrador viajó a Coahuila para supervisar los avances en el rescate de los mineros. Una acción que le valió de fuertes reclamos por parte de los mismos familiares de las víctimas.
Una de ellas fue la señora Lucía Rodríguez, madre del minero Ramiro Torres, quien, de forma sarcástica, agradeció al mandatario por acudir a la zona del accidente: “Le agradezco que haya venido a tomarse la foto con mi dolor, el de mi familia y de cada uno de los que estamos aquí”, declaró en un video.
Sin embargo, al ser cuestionado por ello, Andrés Manuel no expresó ninguna inconformidad al respecto, pues, declaró, forma parte de “la cuota de humillación” que debe pagar al ejercer en la función pública.
“Cuando uno es servidor público y hace las cosas pensando en los demás, sin problema de consciencia, se puede y se debe pensar siempre en pagar una cuota de humillación”.
A ello, negó las acusaciones de una rápida respuesta de su parte ante el incidente: “Se actuó rápido y estaba el equipo desde el principio. El Plan DN-III llegaron en dos horas al lugar y en tres horas ya había 93 elementos”.
Finalmente, recordó que, una vez concluido el rescate, se proseguirá con la búsqueda y castigo a los presuntos responsables, así como el otorgamiento de protección a las familias.
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