Pese a promesas de Cultura, 50 películas mexicanas se detuvieron tras extinción de fideicomisos

Las autoridades mexicanas acumulan una deuda que ronda los 85 millones de pesos a producciones de cine nacional, desde 2020

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Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura (EFE/ Mario Guzmán
Alejandra Frausto, titular de la Secretaría de Cultura (EFE/ Mario Guzmán

Tras la desaparición de fideicomisos para el apoyo a la industria cinematográfica en México, en dos años la Secretaría de Cultura (SC), a cargo de Alejandra Frausto Guerrero, ha acumulado una serie de deudas superiores a los 85 millones de pesos ante más de 50 proyectos fílmicos que quedaron detenidos o endeudados.

Así lo denunció un grupo de productores de cine, luego de que las autoridades mexicanas incumplieron con la promesa de que, con la extinción de los fideicomisos, no se acabaría el apoyo económico.

Fue en 2020 que por medio de un decreto presidencial de Andrés Manuel López Obrador, desaparecieron los fideicomisos en México, entre ellos incluidos los estímulos al cine y las artes. Por ello, los ganadores en los concursos del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine) y del Fondo de Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) se quedaron sin el monto que les correspondía.

Más de 50 producciones de cine nacional fueron afectadas por la extinción de los fideicomisos (Foto: @apuntesdcine)
Más de 50 producciones de cine nacional fueron afectadas por la extinción de los fideicomisos (Foto: @apuntesdcine)

Por esta razón, tras dos misivas enviadas a Alejandra Frausto, así como a la titular del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), y sin haber obtenido una respuesta favorable, los realizadores hicieron llegar una tercera carta a la titular de Cultura.

“Le hemos escrito en dos ocasiones sin recibir respuesta alguna de su parte. Lo que sí hemos recibido a través de diferentes colaboradores de su administración, son múltiples excusas e incumplidas promesas de pago”, comienza el documento firmado por más de 50 realizadores.

De esta manera, se denunció que el Imcine ha perjudicado de forma severa la fuente de empleo de un gran número de personas, entre desarrolladores, creativos y técnicos, a la vez que se ha detenido la derrama económica que dichos proyectos pueden generar. Incluso, se acusó la poca transparencia en los recursos públicos

Por su parte, aunque se responsabilizó al Imcine, se reconoció que éste no puede efectuar los pagos correspondientes, pues depende de las autoridades de la Secretaría de Cultura, así como de la Secretaría de Haciendo y Crédito Público (SHCP), quienes son las responsables de autorizar dicho flujo de dinero.

También, se señaló que tras la desaparición del Fidecine y del Foprocine se regresaron más de 300 millones de pesos del Imcine con la promesa de que dichos recursos se les devolverían; lo que a dos años no ha sucedido.

Fue a finales del 2020 que Alejandra Frausto acudió a la Cámara de Diputados y aseguró que los compromisos adquiridos bajo los fideicomisos no se verían afectados con su desaparición: " No debe haber angustia en pensar que porque desaparecieron los fideicomisos no habrá dinero (...) Los compromisos actuales de Fidecine y Foprocine cumplirán al cien por ciento”.

Productores mexicanos demandan a las autoridades cumplir con los pagos que ascienden a más de 85 millones de pesos (Foto: @apuntesdcine)
Productores mexicanos demandan a las autoridades cumplir con los pagos que ascienden a más de 85 millones de pesos (Foto: @apuntesdcine)

Las y los cineastas José Ramón Mikelajáuregui, Victoria Arellano Rivera y Carlos Hernández Vázquez denunciaron que muchos de los realizadores tuvieron que recurrir a créditos o préstamos para poder concluir sus proyectos, endeudándose, mientras que otros optaron por detener completamente los trabajos.

A su vez, solicitaron que el gobierno federal se ponga al corriente con sus aportaciones al programa internacional Ibermedia, el cual, afirmaron en la misiva, “ha funcionado como pilar en el desarrollo y producción de numerosos proyectos de largometraje, educativos y de promoción del cine iberoamericano, y ha fortalecido la relación y la colaboración internacional del sector”.

Algunos de los proyectos afectados son: Volverte a ver, de Laura Magali Rocha; Bloopers, de Santiago Ortiz Monasterio; La invención del Mar, de Adrián Ortiz Maciel y Elene Oropeza; Cartas desde el país de los Tarahumaras, de Eder Campos González; Corres para vivir, de Alejandro Sánchez de la Peña y Los demonios del amanecer, de Julián Hernández.

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