“Árbol de moras” y “corrupción cultural”: las frases de los ex políticos de las que AMLO suele burlarse

No es sorpresa que el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), aproveche sus tradicionales mañaneras para lanzar críticas o mofas a adversarios o quienes vayan “contra corriente” a sus ideologías.

En una nueva entrega de ello, en su conferencia de este 2 de agosto el tabasqueño rememoró frases célebres, pero polémicas, de ex políticos pertenecientes a lo que ha llamado “el periodo neoliberal”, al cual no ha dudado en entrever su reproche y exponer “sus males”.

“El peor de los males era que robaban y ni siquiera perdían su prestigio o respetabilidad. Llegó un punto en que los ponían de ejemplo; lo que querían era que todos nos corrompiéramos”, comentó desde Palacio Nacional.

Una de las tantas afirmaciones que le valió al ex presidente, Enrique Peña Nieto (EPN), de severas críticas fue cuando señaló que la corrupción era un tema que debía atenderse desde la índole cultural.

Así lo comentó en agosto del 2014 durante un foro del Fondo de Cultura Económica (FCE), en el cual declaró que, si bien es conocido que dicho mal es aún más evidente en el ejercicio y círculo público, el privado también es responsable de alimentar su práctica.

Dicha postura la refrendó casi un año después, en mayo del 2015, en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza; señalando a la corrupción de ser “un flagelo de las sociedades latinoamericanas”.

“El tema de la corrupción es un asunto de orden a veces cultural (...) Si realmente queremos lograr un cambio de mentalidad; de conductas; de práctica, y de asimilar nuevos valores éticos y morales, debe ser un cambio estructural desde la sociedad”, pronunció.

Aún en el sexenio de EPN, tras implementarse la controversial Reforma Energética (y a la cual AMLO tanto reprueba), fue Luis Videgaray Caso, entonces secretario de Hacienda, mencionó que el Federativo ya no buscaría subsidiar la gasolina, pues sólo “las personas con mayores ingresos” la consume.

Durante la Tercera Reunión Plenaria del PRI, en el 2016, el entonces funcionario declaró que el subsidio a la gasolina no era progresivo y, mucho menos. apoyaba a las familias “que menos tienen”.

No es una forma de distribuir mejor el ingreso o la riqueza”, aseveró, explicando que el 40% de su consumo lo realizaban sólo el 10% con mayores ingresos de la población. En tanto, el 70% era consumido por el 30% con altos ingresos.

“Entonces cuando se hace cómo la administración pasada (Felipe Calderón) - a pesar de los constantes incrementos de la gasolina, se subsidiaba el precio - se está en realidad subsidiando a los que más tienen“, dijo.

Otra de las frases que López Obrador recordó se remonta a la década de los 70, pero aún vinculada con una personalidad de la militancia tricolor: el académico, Carlos Hank González.

“Un político pobre es un pobre político”, es la cita reiteradamente dicha por quien fuera miembro de grupo Atlacomulco y, bajo representación del PRI, llegó a ejercer como jefe del Departamento del entonces Distrito Federal (1976-1982) y ex gobernador del Estado de México (1969-1975).

El impacto del pronunciamiento contaminó aún más la política, tanto así que, hasta nuestros días, su esencia aún es notoria y, según algunas opiniones, se materializó en el coloquial refrán: “El que no tranza, no avanza”.

Y es que, entre el sin fin de explicaciones, la mayoría refiriéndose al aprovechamiento que funcionarios obtienen de sus puestos para efectuar corruptelas a su favor, de los cuales - y no suficiente con ello - pocos llegan a pisar la cárcel.

Como dato curioso, Hank González fue mencionado en la serie Narcos México como un personaje de estrecha relación con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.

La última frase fue acuñada por el ex gobernado de San Luis Potosí, Gonzalo N. Santos, emblemático del cinismo y la corrupción de la clase política durante los tiempos de la revolución.

El mandatario de 1896 a 1979 fue miembro fundador del Partido Nacional Revolucionario, quien reunía las cualidades que el grupo exigía en aquel entonces: de origen revolucionario y dispuesto a utilizar “chicanas” y “marrullerías” (actos enfocados a buscar el propio beneficio a través del engaño) en la política nacional.

Fue con ese tenor que, tras las elecciones de 1929, N. Santos definió lo que se considera la premisa del nuevo partido con su frase: “La moral es un árbol que da moras o sirve para una ch*ngada”.

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