Pancho Villa fue uno de los personajes de la Revolución Mexicana que más han llamado la atención. El revolucionario comenzó su vida con las armas como un bandido, luego de que a los 16 años asesinara a un hacendado que quiso abusar de su hermana.
Tras este hecho, José Doroteo Arango Arámbula, nombre real de Villa, huyó a las montañas, en donde comenzaría su vida delictiva. Sin embargo, cuando inició la Revolución, en 1910, se uniría a la lucha, que buscaba quitar del poder al entonces presidente Porfirio Díaz, quien se había convertido en un dictador, pues había estado por más de 30 años en el poder.
Esto se logró, y tan solo un año después, en 1911, Díaz se iría del territorio mexicano con destino a Francia, en donde moriría en 1915.
También se recuerda a Villa por ser el único mexicano que se ha atrevido a invadir Estados Unidos, pues en una ocasión invadió el pueblo de Columbus, algo que desembocó en que los estadounidenses enviaran tropas a México para buscarlo, sin lograr capturarlo.
Pancho Villa fue uno de los hombres más importantes de este conflicto armado en México, sin embargo, llegó un momento en el que decidió retirarse de la vida pública, hacer su vida como cualquier otra persona, y dejar las armas.
El triunfo del Plan de Agua Prieta se materializó con la elección de Adolfo de la Huerta como Presidente Interino, quien de inmediato tomó medidas con el fin de lograr pacificar al país. Uno de sus objetivos era lograr que Pancho Villa se rindiera, pues para ese momento, Villa aún contaba con armas y hombres al norte del país.
El ingeniero Elías Torres, amigo personal de Adolfo de la Huerta, se ofreció para fungir como mediador entre el gobierno y Francisco Villa, por lo que se trasladó a Sabinas, donde inició las pláticas para que depusiera las armas y aceptara las propuestas sugeridas por de la Huerta.
Luego de que se llevaran a cabo las negociaciones, Villa aceptó, con una condición, que se le entregaran los documentos oficiales de su rendición, para tener la seguridad de que sería respetado el convenio con el gobierno federal. De la Huerta envió al general Eugenio Martínez, a ultimar los detalles de la rendición de Francisco Villa, la cual fue firmada por ambos generales el 28 de julio de 1920 en el Palacio Municipal de Sabinas, Coahuila. Los puntos esenciales de dicho convenio fueron, entre otros:
- Villa deponía las armas, retirándose a la vida privada.
-El gobierno adjudicaba al general Villa la hacienda de Canutillo, en Durango, adquirida por el Gobierno Federal en un costo aproximado de 600 mil pesos.
- Villa conservaría una guardia personal designada por él mismo, de 50 hombres, quienes recibirían sus haberes por parte del gobierno.
- A cada uno de los componentes de su fuerza, se les pagarían los haberes de un año, según su grado.
- Además, Villa se obligaba, bajo palabra de honor, a no tomar las armas en contra del gobierno.
Al dejar las armas, Villa recibió muestras de afecto en los diferentes sitios por los que pasaba. En una entrevista que concedió a un periódico, dijo que no volvería a tomar las armas y se dedicaría a la tranquilidad del campo y a levantar la hacienda que se le concedía.
El general Villa disfrutó por poco tiempo de la tranquilidad que tanto buscaba, pues tres años después, el 20 de julio de 1923, en el poblado de Parral, Chihuahua, acompañado por su secretario particular, el coronel Miguel Trillo, además de una escolta de Dorados, al dirigirse a la celebración de un bautizo a bordo de un vehículo Dodge que el conducía, fue atacado a balazos, lo que desembocó en su muerte.
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