En la historia de México han destacado algunos personajes que por ciertas características, se recuerdan. Por ejemplo, durante la Revolución Mexicana, uno de los hombres más recordados es Pancho Villa, quien en realidad se llamaba José Doroteo Arango Arámbula.
Él es recordado como un revolucionario de bigote, sombrero y botas. Sin embargo, hay otra característica que lo hacía resaltar: que casi siempre estaba montado en su caballo. El famoso caballo del revolucionario mexicano, que lucho en contra de la dictadura de Porfirio Díaz, llevaba por nombre Siete Leguas.
Y es que hay que recordar que a lo largo de la historia del hombre, los caballos han sido sus fieles compañeros y han estado juntos en diferentes labores, como en la milicia, en cuestiones agrícolas, como medio de transporte, entre otras cosas.
Lo anterior le da un toque de versatilidad al caballo que a otros animales no se les puede dar, y el caso de Siete Leguas, fue así. Este caballo quedó plasmado en la historia de México por su valentía y por ser el fiel compañero de uno de los personajes más importantes de la Revolución Mexicana.
Siete Leguas es un personaje crucial dentro de la Revolución, y se convirtió en un ícono de esa época.
La historia cuenta que en cada campaña, un soldado salía con su caballo, y este animal era su compañero por semanas o incluso meses. Lo mismo sucedió con Villa, quien se encariñó de Siete Leguas y se hicieron grandes compañeros y amigos.
El caballo se convirtió en el medio de transporte permanente de Villa, y siempre andaban juntos, lo que provocó que se generara un vínculo muy grande entre ambos, lo que hizo que el cuadrúpedo y el revolucionario se hicieran amigos inseparables.
Este famoso y singular equino era de raza criollo mexicano, y hay quienes dicen que en vez de macho, era una yegua. Este singular caballo tenía características que enamoran a cualquier amante de los caballos. El animal se destacaba por ser fuerte, valiente y cariñoso.
Con la idea de que se trataba de una yegua, algunas personas comenzaron a llamarle “La Muñeca” por su belleza, y es que tenía dos aspectos que llamaban la atención de la mayoría de las personas que lo veían: que era la gran resistencia y capacidad de aguante.
¿Cuál era el origen del nombre Siete Leguas?
El origen del nombre del caballo de Pancho Villa tiene que ver con la distancia que recorría el caballo. Y es que una legua equivale a 6 kilómetros, y esa es la distancia que recorre un caballo promedio, teniendo una productividad, por caballo, de 30 kilómetros diarios.
Sin embargo, los pueblos en México, en aquel entonces, estaban construidos a la distancia de un día de camino a caballo. Así es como Siete Leguas habla de su capacidad de aguante, dando lo mejor de sí mismo, tanto en fortaleza como en fidelidad. Esto quiere decir que, Siete Leguas, en vez de recorrer 30 kilómetros al día, podía recorrer 42 kilómetros, algo sorprendente.
Por esta razón, cuenta la historia, que luego de una campaña a través de la frontera con Estados Unidos, el Centauro del Norte tuvo que aumentar al doble la distancia que tenía prevista con pocas provisiones y accesorios para acampar tenía que encontrar la forma de no quedarse a la intemperie en el salvaje desierto.
Frente a este panorama, toma el riesgo de regresar con su tropa al pueblo más cercano, ubicado a siete leguas. Desafortunadamente, parte de su contingente tuvo que parar, pues los caballos se encontraban totalmente cansados. Por su parte, el equino de Villa continuó hasta llegar al lugar, De ahí en adelante, se quedó con este particular nombre: Siete Leguas.
SEGUIR LEYENDO: