Luz Raquel Padilla, de 35 años, fue asesinada el pasado sábado en un parque de la colonia Arcos, del municipio de Zapopan, en la zona metropolitana de Guadalajara, la tercera ciudad más poblada de México, presuntamente por un vecino a quien, de acuerdo con las versiones, le molestaban los ruidos que hacía su hijo cuando sufría crisis por el autismo que padece.
El crimen ha despertado conmoción nacional por su crueldad y porque la mujer había denunciado ante las autoridades durante meses las amenazas de su vecino, Sergio Ismael “N”, quien incluso escribió que la iba a quemar viva en una de las paredes de su hogar.
El presunto agresor fue detenido y presentado en Puente Grande por los delitos de “lesiones, amenazas y delitos contra la dignidad de las personas”, derivado de una agresión previa con cloro contra Luz Raquel. Posteriormente fue llevado ante un juez, ante el cual declaró que aquella vez la había agredido porque ella había mojado a su perro.
En la audiencia se explicó que Sergio Ismael insultó y agredió a la mujer que ella, presuntamente de forma accidental, había mojado a su mascota al momento de que se le cayó una cubeta de agua. La Fiscalía de Jalisco señaló que a la mujer “se le dictaron medidas de protección, además de apoyo integral por parte de la unidad especializada”.
Sergio Ismael “N” podría ser vinculado a proceso el próximo martes 26 por la agresión con cloro, más no por la muerte de Luz Raquel Padilla. Todavía no está acusado de manera formal del delito de feminicidio. Mientras tanto continúa en prisión preventiva.
Él y la víctima eran vecinos, pero tenían una relación conflictiva. Los problemas entre ambos podían suscitarse por cualquier motivo, ya fuera la música a alto volumen o las crisis que el hijo de Raquel Padilla padecía por su autismo.
La mañana del jueves, durante su conferencia de prensa diaria, el presidente Andrés Manuel López Obrador responsabilizó al “proceso de individualización que se impulsó en el periodo neoliberal” del feminicidio de Luz Raquel Padilla.
“Son de los daños que causó la política neoliberal, que no se reflejan en lo que económico, incluso en lo material (...) se desintegraron las familias durante todo este periodo, siendo la familia mexicana fundamental, la institución de mayor importancia social, la institución de seguridad social más importante de México”, señaló.
El mismo día Luz Raquel Padilla Gutiérrez fue despedida en una misa de cuerpo presente oficiada por el sacerdote Juan Rubio en la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan, en Jalisco. Al evento asistieron sus familiares, amistades e integrantes de la colectiva “Yo Cuido México”, a la cual ella pertenecía.
“Ese amor que dedicaste toda tu vida a tu hijo, a tu familia, a tu hermana, tu madre, a todos los que estamos alrededor tuyo y esa enseñanza nos la vamos a llevar como compromiso de seguir contigo, con esa luz, porque tú nos vas a guiar, eres la luz de nuestro camino, tenemos que luchar por México, por todos los que vivimos en esta sociedad que debe de ser igualitaria”, dijo Asela Mura, conocida de Luz Raquel, al finalizar la ceremonia.
El asesinato de Padilla refleja la ola de violencia machista en México, donde matan a 10 mujeres al día entre crímenes clasificados como homicidios dolosos y feminicidios.
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