Maximiliano de Habsburgo: quién convenció al emperador de no abdicar en México, lo que desembocó en su muerte

Luego de que el emperador Maximiliano de Habsburgo se enemistara con los conservadores mexicanos y dejara de ser apoyado por las tropas francesas, trató de renunciar a su cargo, pero fue detenido por alguien

Guardar
Maximiliano de Habsburgo fue emperador
Maximiliano de Habsburgo fue emperador de México de 1864 a 1867. Foto: Mediateca/INAH

La historia de México durante el Siglo XIX estuvo marcada por la guerra, por episodios sangrientos y por traiciones políticas. Además, fue en este periodo cuando se dieron la mayoría de las invasiones extranjeras que se han dado en el país.

Luego de que México se independizara de España, en 1821, luego de más de 300 años de permanecer bajo el yugo español, muchas otras naciones vieron la oportunidad de aprovecharse de México, que era un país sin una estructura social, política ni económica consolidada.

Además, tras 10 años de guerra por la Independencia, México también era una nación vulnerable. Esto lo aprovecharon lo franceses con la llamada Guerra de los Pasteles, en 1838; la Guerra entre México y Estados Unidos, de 1846 a 1848, con la que México perdió más de la mitad de su territorio y la Segunda intervención francesa, con la que se instauraría el Segundo Imperio de México.

Dicha invasión francesa, se dio luego de que el entonces presidente de México Benito Pablo Juárez García, anunciara la moratoria de la deuda externa, afectando así a tres potencias europeas: Inglaterra, España y la propia Francia.

Maximiliano de Habsburgo fue el
Maximiliano de Habsburgo fue el segundo emperador de México. Foto: Mediateca/INAH

Juárez decidió declarar la cancelación de pagos a países extranjeros porque el país se encontraba en bancarrota, esto luego de que se llevara a cabo la Guerra de Reforma, también conocida como Guerra de los tres años.

Los países europeos afectados decidieron enviar tropas a Veracruz, para obligar a Juárez a no dejar de pagar la deuda externa, y el presidente mexicano, al verse amenazado, decidió retractarse. Inglaterra y España llegaron a un acuerdo con el gobierno mexicano, más no así Francia, que vio la oportunidad de hacerse de un territorio en América.

Fue así que Francia inició la segunda intervención francesa, con la que lograría iniciar el Segundo Imperio de México. El emperador que quedaría al frente del país, sería Maximiliano de Habsburgo, quien llegó a México el 28 de mayo de 1864, acompañado de su esposa la princesa Carlota de Bélgica.

Maximiliano de Habsburgo llegó a México apoyado por Francia y por los conservadores mexicanos, quienes, tras las Leyes de Reforma, habían perdido sus privilegios. Sin embargo, Maximiliano vio con buenos ojos las Leyes de Reforma pronunciadas por Juárez, por lo que decidió dejarlas, lo que provocó que se enemistara con ellos.

De acuerdo con la historia
De acuerdo con la historia oficial, el 19 de junio de 1867, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro (Foto: AGN)

Además, Napoleón III, quien gobernaba Francia, también había aprovechado que en Estados Unidos se llevaba a cabo la Guerra de Secesión, por lo que no intervendrían en sus planes expansionistas, sin embargo, al terminar dicho conflicto, Estados Unidos exigió a los franceses retirar sus tropas, a lo que accedieron. De esta manera, Maximiliano ya no contaba con el apoyo de los franceses ni de los conservadores mexicanos. Ya sin el apoyo de los franceses, Maximiliano intentó abdicar, o sea, renunciar a su cargo, pero su propia familia lo convenció de lo contrario.

Incluso, su madre Sofía de Baviera, le dijo en una carta que “un Habsburgo nunca abdica, bajo ninguna circunstancia”.

Pronto, Maximiliano se vio acorralado y fue capturado por las fuerzas republicanas. Maximiliano de Habsburgo fue fusilado el 19 de junio de 1867, al lado de sus generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía. 

Antes de ser fusilado, Maximiliano regaló algunas monedas de oro a los miembros del batallón que le darían fin a su vida y exclamó las siguientes palabras: “Moriré por una causa justa, la independencia y la libertad de México. Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria ¡Viva México!”. Tras esto se escuchó el estallido de las armas que cesaron las voces de los tres condenados. Se dice que Maximiliano pidió que no le dispararan al rostro para que su familia pudiera reconocerlo, además de que, luego de que le dispararon, no murió, por lo que tuvieron que darle el tiro de gracia al corazón.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar