El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) abordó la controversia establecida entre su gobierno con el Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), donde la intervención de Enrique Peña Nieto y Donald Trump, ex jefes de Estado, tuvieron una intervención relevante.
Durante la conferencia matutina de este miércoles 20 de julio, el mandatario de México fue increpado sobre la solicitud de consulta promovida por los gobiernos de Estados Unidos (EEUU) y Canadá en relación a la solución de controversias al amparo del capítulo 31 del Tratado, el cual beneficia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y a Petróleos Mexicanos (Pemex) por encima de los proveedores privados del sector.
Al fijar la postura de México, López Obrador declaró que su gobierno no toleraría cualquier violación a la soberanía energética de México; es decir, el T-MEC no podría ser transgresor a la legislación doméstica y, aunque se intentó vulnerar, desde que AMLO era presidente electo, planteó la negativa al entreguismo.
“Cuando estábamos revisando lo del tratado ya habían negociado los del gobierno anterior un capítulo completo en donde se comprometía México con una política que nosotros consideramos violatoria de nuestra soberanía en materia energética”
Al darse cuenta, antes de rendir protesta como presidente constitucional, el López Obrador señaló como inaceptable este capítulo, pues atenta contra la soberanía energética que prometió AMLO desde su campaña, por lo que tomó acción para que tanto Pemex como CFE sean los proveedores en México del ramo, aún a pesar de la presión ejercida por el gobierno de Peña Nieto y los empresarios privados.
“Me habló como dos veces el presidente Peña muy preocupado. ‘Es que se van a romper las negociaciones y se nos va a venir una devaluación y una grave crisis’. Le dije: ‘Pues no, presidente, no podemos nosotros hacer eso, cómo vamos a comprometer nuestra soberanía’”
A partir de ese momento se rompió el diálogo entre el gobierno entrante con el gobierno saliente; sin embargo, la administración de Donald Trump estableció contacto con AMLO, y fue ahí donde México estableció sus términos en relación a la soberanía energética.
“Trump dijo: ‘A ver, ¿qué quieren en México?’ Y nosotros redactamos el capítulo, y fueron dos párrafos que tienen que ver con el dominio de la nación sobre nuestra política energética […] Y ya continuó la negociación y no pasó nada”
De este modo, AMLO concluyó que la controversia que se promueve en materia del Capítulo 31 no repercutirá negativamente en las relaciones con EEUU ni en la soberanía energética de México. Para argumentar, el presidente recalcó la calidad moral de Joe Biden y Kamala Harris, presidente y vicepresidenta, respectivamente, de Estados Unidos.
“El presidente Biden es una persona decente, respetuosa […] La señora Kamala Harris es una mujer extraordinaria, respetuosa”
Y, en cuanto al diálogo entre presidentes, AMLO dijo que con Joe Biden se estableció una conversación sobre “cómo fortalecer nuestras relaciones, cómo integrarnos más en lo económico, en lo comercial, cómo producir más en América del Norte, en toda América para enfrentar la crisis económica y en especial la inflación”, por lo que reiteró su confianza en que este tema se resolverá sin afectar las relaciones con los otros países integrantes del T-MEC y sin vulnerar la soberanía energética.
En contraste, reconoció que existe una campaña de golpeteo con ese tema contra su gobierno, pero dijo que eso es cosa de las y los comunicadores que se posicionaron en contra de su gobierno aún antes de que arrancara. Bajo esta óptica, incluso, de manera irónica, reprodujo la canción “Uy, qué miedo” de Chico Che, cuyo coro dice “¡Uy, qué miedo, mira cómo estoy temblando!”, algo que fue condenado por miembros de la oposición política.
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