La Unión Tepito está considerada como uno de los principales grupos generadores de violencia en la Ciudad de México. En 2018 y 2019, con el afán de consolidar su hegemonía en sus zonas de operación, desataron una oleada violenta que pretendió aniquilar a sus rivales.
La disputa del cártel con su némesis, “Fuerza Anti-Unión Tepito”, quedó en evidencia por una serie de asesinatos que provocaron un incremento acelerado en las cifras de homicidios dolosos en la capital mexicana. El punto culmen de la guerra fue el abandono de dos hombres cortados en pedazos en el puente de Nonoalco, en el cruce con Avenida Insurgentes, el domingo 17 de junio de 2018.
La organización, desde su creación en 2010, se ha dedicado a la comisión de diversos delitos como venta y distribución de droga, cobro de piso, extorsión, secuestro, homicidio, despojo, robo de vehículo y trata de personas; con los cuales obtuvo los ingresos suficientes para corromper autoridades y adquirir armamento de fuego.
Desde 2018 sus principales líderes y operadores relevantes han sido detenidos como resultado de las investigaciones y labores operativas derivadas de la estrategia de seguridad en contra de grupos generadores de violencia en la Ciudad de México.
El líder absoluto del grupo criminal, Roberto Mollado Esparza, alias “El Betito”, fue arrestado en Tlalpan el 9 de agosto de 2018. Se le involucró con al menos 20 asesinatos, venganzas violentas, secuestros, posesión de armas, distribución de drogas y extorsiones a negocios en la Zona Rosa y en las colonias Roma, Condesa y Polanco.
La ficha criminal de Mollado Esparza anota que su primer ingreso a un reclusorio ocurrió en 2008, por robo. A los seis meses, salió y pasó a formar parte de La Unión Tepito, cuando los líderes eran Francisco Hernández Gómez, “Pancho Cayagua”, su hermano Armando y Ricardo López Castillo, “El Moco”.
“Es un gandalla (mala persona) sin escrúpulos”, afirmó un mando de la entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (hoy fiscalía), que llegó a conocer bien las operaciones del narcotráfico en Tepito. Y por el mismo camino se movió uno de sus mejores amigos desde la infancia: David García Ramírez, “El Pistache”, quién fue su relevó al frente de La Unión de Tepito.
“El Pistache” fue detenido en octubre de 2018 en un condominio exclusivo en Santa Fe. Pasaba desapercibido por su estilo de vida y vestimenta de marca al momento de realizar sus labores dentro de la organización delictiva. Presuntamente, extorsionaba a restauranteros, empresarios, dueños de centros nocturnos y habría sido vinculado a una red de trata de mujeres.
Actualmente está en prisión, en el Centro Federal de Readaptación Social número 13 en Oaxaca, siguiendo su proceso por actividades de delincuencia organizada.
En la misma línea delincuencial siguió Pedro Ramírez Pérez, alias “El Jamón”, relevo de “El Pistache”. Fue apresado en una casa de Condado de Sayavedra, en el municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. El 30 de octubre de 2018 Ramírez Pérez asumió el liderazgo de la Unión Tepito, luego de la detención de “El Pistache”.
Las autoridades lo relacionan con los delitos de homicidio, secuestro, venta y distribución de droga, extorsión, “cobro de piso” y trata de personas. Según los expedientes, las colonias donde operaba eran Condesa, Zona Rosa, Roma, Polanco y Narvarte.
El último líder criminal de la Unión Tepito detenido fue Óscar Andrés Flores Ramírez, “El Lunares”, arrestado por detectives de la Policía de Investigación en febrero de 2020, por tercera ocasión, cuando salía del Reclusorio Preventivo Varonil Norte. Pensó que había librado el proceso, pero fue notificado de la orden de captura por asesinato.
La fiscalía capitalina ha señalado que el jefe delincuencial fue considerado como principal generador de violencia en la zona centro de la Ciudad de México, donde se le relaciona con delitos de narcotráfico, extorsiones, homicidios e invasión de predios.
“El Lunares” fue detenido el 31 de enero de 2020 en el estado de Hidalgo, durante un operativo que realizó la Secretaría de Marina y la de Seguridad Ciudadana de la capital. Previamente se había fugado por la red de vecindades interconectadas. Cayó luego de que se le diera seguimiento a su curandero, asociado con rituales satánicos.
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