“En las fiestas familiares era común que todos bebieran”: el alcoholismo en México comienza desde los 11 años

La realidad de al menos 20 millones de mexicanos se normaliza en casa a menudo pero esta grave enfermedad mata cada año a 3 millones de personas en el mundo y genera 200 tipos de enfermedades

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Intoxicado por los efectos del alcohol, un hombre yace en medio de la acera en espera de que la resaca comience
FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO
Intoxicado por los efectos del alcohol, un hombre yace en medio de la acera en espera de que la resaca comience FOTO: MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ /CUARTOSCURO

El alcoholismo en México no es un problema menor ya que se considera que 20 millones de mexicanos lo padecen, con frecuencia los jóvenes comienzan a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio, sin embargo se ha detectado incluso niños y niñas desde los 11 años de edad, según cifras de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic).

“Inicié el consumo de alcohol a los 13 años de manera frecuente, era que un ambiente normal, en mi familia era muy común que se bebiera, en todas las reuniones familiares siempre había algo qué beber, para mí era algo muy común y agradable incluso, porque la gente se ponía de mejor ánimo. Mi papá me daba tragos para que supiera a qué sabían, para que `nadie me contara´”, relató una mujer que dejó de beber gracias a Alcohólicos Anónimos.

“Siempre estaba acomplejada por mi físico porque siempre he usado lentes y el acoso en la escuela era frecuente, me decían `cuatro ojos’ y cosas así, además tenía acné, el alcohol me hizo sentir parte de. Tuve lagunas mentales, sólo recordaba que no me sentía gorda, no recordaba las burlas, esas situaciones de complejos, yo no sabía que no era normal que olvidaba las cosas, que me desinhibiera y que mi cuerpo me pidiera cantidades mayores, me ha costado muchos prejuicios, …vivía en promiscuidad, dormía en la calle, hasta que acudí a alcohólicos anónimos me sentí comprendida, no señalada”, añadió.

Durante el foro “40 años salvando vidas y generando aliados”, que organizó el coordinador del PRD, Miguel Ángel Mancera, el vicepresidente de la Central Mexicana de Servicios Generales de AA, Juan Arturo Sabines, señaló que México tiene un consumo excesivo de bebidas alcohólicas durante los fines de semana de adolescentes.

Una mujer relató desde cuándo y cómo se enganchó en el alcoholismo, que fue normalizado desde el hogar.

Hay estudios que señalan, detalló, que los menores de edad llegan a ingerir hasta 13 bebidas por episodio, mientras que la media de ingesta excesiva para una mujer es de cuatro copas en una tarde.

Sabines recalcó que un menor de edad no debería consumir ni una copa de alcohol, porque esto está clasificado como “uso nocivo”, además que su sistema cognitivo y su sistema nervioso central no han terminado de madurar. Sin embargo, detalló, se han relajado las medidas para prohibir esta ingestión en niños y adolescentes.

Si un menor de edad comienza a consumir alcohol a edades tempranas, activa de manera más inmediata el mecanismo de recompensa, lo cual lo va a llevar a la postre a ser una persona dependiente de la bebida.

El testimonio de una mujer que relató que desde los 15 años comenzó a beber todos los fines de semana y cómo éste le arrebató sus sueños de ser abogada.

Indicó que se han relajado las medidas para prohibir el consumo del alcohol en menores de edad y señaló que México tiene el mayor número de puntos de venta de alcohol, que antes no tenía, “porque el alcoholismo mata cada año a 3 millones de personas en el mundo” y genera 200 tipos de enfermedades, entre ellas, cáncer de boca, de estómago y esófago. Dijo que, durante la pandemia, la mayoría de las personas no modificaron su patrón de consumo de alcohol, sólo el cinco por ciento de la población, tanto en adolescentes como en adultos, aumentó el patrón de consumo. Pero lo que sí hubo es que aquellos que ya bebían sí incrementaron las dosis.

Y es que consumo de bebidas alcohólicas por menores de edad es un problema de salud pública, que en los últimos años ha cobrado importancia, debido tanto a los efectos que provoca en la salud, en la familia, en la escuela y en el desarrollo, así como por las consecuencias económicas y sociales que provoca, ya que se considera que inicia desde casa en fiestas familiares como una normalización del consumo de estas bebidas.

<b>El COVID-19 incrementó el alcoholismo</b>

La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020 sobre COVID-19, refiere que 623 mil 202 adolescentes consumieron bebidas alcohólicas durante el confinamiento. De ellos, 414 mil 300 fueron hombres y 208 mil 903 mujeres. Asimismo, 21 mil 990 jóvenes registraron mayor consumo durante la pandemia.

Sostuvo que, durante la pandemia, se incrementó el consumo de alcohol en jóvenes, y las personas que estaban en proceso de dejar de beber tuvieron recaídas por el confinamiento y la suspensión de reuniones presenciales de grupos de alcohólicos anónimos.

La atención del alcoholismo debe darse de manera integral con tratamiento y debe ser dual, ya que las personas con esta enfermedad también enfrentan alguna condición psiquiátrica como ansiedad, depresión, ataque de pánico o cuadros psicóticos, afirmó el titular de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), Gady Zabicky Sirot.

Zabicky Sirot informó que existe una Red Nacional de Atención a las Adicciones, que otorga tratamiento en modalidad ambulatoria y residencial, a través de los Centros de Atención Primaria en Adicciones, Centros de Integración Juvenil y centros residenciales no gubernamentales con reconocimiento oficial.

Durante 2020, esta red atendió a 92 mil 989 personas que solicitaron ayuda por problemas asociados a sustancias psicoactivas, en su mayoría hombres que reconocen que antes que el alcohol, su principal consumo son las anfetaminas.

Asimismo, la Estrategia Nacional para la Prevención de las Adicciones Juntos por la Paz vincula a 27 dependencias y a las 32 entidades federativas con el principal objetivo de prevenir y reducir el uso de sustancias psicoactivas con énfasis en niños, niñas, adolescentes y jóvenes, dijo.

La estrategia es prevenir que estos sectores de la población se inicien en el consumo de bebidas alcohólicas. Por lo general, las y los jóvenes comienzan el consumo en casa y esto hace que se normalice dicha conducta.

Zabicky Sirot también mencionó que el cerebro adolescente es susceptible a los efectos perjudiciales del alcohol por los cambios físicos en este período de la vida.

(Foto: Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro)
(Foto: Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro)

La evidencia científica muestra que la interacción de diversos factores como familia, escuela, amigos, el espacio físico y el aspecto socioeconómico, aumentan la vulnerabilidad de una persona al consumo de sustancias psicoactivas y a desarrollar trastornos relacionados con el abuso en la ingesta de este producto.

En ese contexto, uno de los factores protectores hacia niñas, niños, adolescentes y jóvenes es evitar el consumo de bebidas alcohólicas en el seno familiar, dijo el especialista. También recomendó no tener en casa una cantina o una cava de vinos, no dejar bebidas alcohólicas al alcance de menores de 18 años y evitar el abuso del consumo en fiestas familiares.

El titular de Conadic aclaró que existe la falsa creencia de que una copa al día de vino tinto protege contra el infarto. Sin embargo, subrayó que la cantidad 100 por ciento segura de alcohol es cero.

(Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro)
(Diego Simón Sánchez/Cuartoscuro)

Además, el consumo de bebidas alcohólicas es uno de los principales factores de riesgo a la salud en nuestro país. El estudio de Carga Global de Enfermedad estima que el consumo de alcohol fue el sexto factor de riesgo asociado a muerte prematura en población general, sin embargo, en población menor a 20 años el alcohol pasó a ser el cuarto factor de riesgo más importante para muerte prematura y el quinto factor de riesgo para discapacidad, con diferencias importantes entre sexos.

A nivel nacional, en los 32 estados de la República las Comisiones Estatales contra las Adicciones (CECA) y los Centros de Atención Primaria contra las Adicciones (CAPA) realizan diversas actividades con la población para brindar información, asesoría, evaluación y referencia de aquellas personas que tengan problemas relacionados con el consumo del alcohol; con énfasis en menores de edad y en la Línea de la Vida de la CONADIC (01-800-911-2000) se estarán atendiendo las consultas ciudadanas al respecto.

Aquí puede encontrar la sucursal más cercana en el Directorio de los centros de atención primaria en adicciones y residenciales, ubicados cerca de su domicilio.

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