Localizaron a hermanos beisbolistas secuestrados por el “Chueco”: uno vivo y el otro muerto

Agentes del Ejército obtuvieron ayuda de un testigo colaborador que llevó al punto donde fue enterrado el joven de 22 años

Guardar
Uno de los beisbolistas está con vida y del otro se recuperó el cadáver.

Luego de 17 días de búsqueda, las autoridades localizaron a los hermanos Jesús Armando y Paul Osvaldo Berrelleza Rábago, beisbolistas que había secuestrado José Noriel Portillo Gil, el Chueco, en la sierra Tarahumara de Chihuahua, tras asesinar a dos curas jesuitas y un guía de turistas.

Aunque Jesús Armado fue hallado sano y salvo en el poblado del Chorro, solo se logró recuperar el cadáver de Paul Osvaldo en un lugar conocido como el Cerro Colorado, ejido de Cerocahui.

Ya fueron notificados sus familiares y reconocidos por ellos mismos

La Fiscalía de Chihuahua informó del hallazgo encabezado por agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), tras el crimen perpetrado en la localidad del municipio de Urique el pasado 20 de junio y que conmocionó al país.

Los elementos del Ejército tuvieron ayuda de un testigo colaborador que llevó al punto donde fue enterrado el cuerpo por los sicarios del Cártel de Sinaloa al mando del Chueco.

Alfredo Salgado Vargas, Comandante de la 42 Zona Militar, en conjunto con el fiscal de Chihuahua, Roberto Javier Fierro Duarte, informaron de la localización de quienes padecieron represalias del Chueco, luego de que ambos participaran en el equipo de beisbol que derrotó al conjunto patrocinado por el cabecilla de los Salazar.

El mando de la Sedena destacó que los operativos se prolongaron cerca de tres semanas, hasta que llegaron al lugar donde estaba el cadáver en la misma zona de la región serrana del estado.

Él recibió asistencia médica, además se le está otorgando atención psicológica y todo lo que sea necesario”, dijo por su parte Fierro Duarte sobre Jesús Armado Berrelleza Rábago.

Según el fiscal, la víctima localizada con vida fue integrada al programa de protección a testigos protegidos y está bajo resguardo de las autoridades ministeriales, donde recibirá mayores atenciones.

“Es importante señalar que, dada la naturaleza de los eventos, nos reservaremos brindar más datos a fin de dar cumplimiento con los protocolos establecidos”, añadió la Fiscalía de Chihuahua.

Seguiremos trabajando y emplearemos todos los recursos necesarios para lograr la captura del generador de violencia: José Noriel Portillo Gil, alias el Chueco

De acuerdo con el reporte de la Sedena, los hermanos fueron localizados entre 80 y 100 kilómetros al sur de Cerocahui, cerca de la frontera con Sinaloa en donde se ha establecido el llamado Triángulo dorado del narcotráfico.

Pasaron dos semanas más tarde para que las autoridades dieran con el paradero de los hermanos beisbolistas, luego de haber localizado el 23 de junio los cadáveres de los sacerdotes Javier Campos Morales, el Gallo, y Joaquín César Mora Salazar, el Morita, y el cuerpo del guía de turistas, Pedro Heliodoro Palma Gutiérrez.

Los tres hombres se encontraban sin vida en la zona conocida como Pitorreal, demarcación ubicada a unos 81 kilómetros, casi dos horas al norte, del templo eclesiástico donde se registró el ataque armado perpetrado por el Chueco.

El día de los hechos, José Noriel Portillo Gil arribó a un hotel de la comunidad y luego de interactuar con Palma Gutiérrez, decidió secuestrarlo. Sin embargo, el guía de turistas logró escapar hasta llegar policontundido a la iglesia, donde los sacerdotes lo auxiliaron.

Por lo anterior, el líder criminal decidió abatirlos y llevarse sus cadáveres en la caja de una camioneta. Pero no conforme con esos delitos, el Chueco también fue a la casa de los hermanos Berrelleza Rábago, quienes jugaron el partido donde fue derrotado el equipo del líder criminal.

Paul Osvaldo fue acribillado y su familiar secuestrado junto con los demás. Posteriormente, el cabecilla del Cártel de Sinaloa prendió fuego a la vivienda.

Además, una mujer y un menor de edad, quienes tienen un vínculo con las víctimas, fueron reportados también como secuestrados, pero ellos huyeron para salvaguardarse y después se contactaron con sus seres queridos.

Después, la Fiscalía de Chihuahua ofreció una recompensa de cinco millones de pesos para ubicar al responsable de los crímenes, mientras que ofertó 400 mil pesos a quienes proporcionaran datos de los hermanos. Apenas el fin de semana pasado, la dependencia ministerial se habían quejado por la falta de cooperación de los habitantes.

El Chueco sigue prófugo, pero dos primos y su abuelo ya fueron detenidos en el operativo de búsqueda que ha significado alertas migratorias. El reciente 5 de julio fue detenido Julio César “N” en la zona de Mexicali, Baja California, supuestamente relacionado con el jefe criminal, con lo cual suman 12 personas aseguradas y siete vinculadas a proceso tras el evento de violencia en la sierra de Chihuahua.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar