Como si se tratara de ganado, decenas, tal vez cientos de migrantes indocumentados, son “comprados” por rancheros de Estados Unidos de manera cotidiana, en una suerte de “esclavitud” moderna.
De acuerdo con una investigación realizada por el periódico Milenio, basada en la consulta de documentos judiciales albergados en las cortes estadounidenses, revela que tan solo una organización criminal que se dedica a la venta de estos “esclavos modernos” obtuvo ganancias por 200 millones de dólares en solo cuatro años.
En la revisión de los expedientes, la periodista Laura Sánchez Ley encontró el modus operandi de las mafias que comercian con migrantes: luego de que cruzan la frontera, suelen robarles identificaciones, papeles personales y recaban información sobre sus familias en México u otros países. De esta forma los amedrentan para que no escapen.
Estos sujetos mantienen a los migrantes en campos con cercas electrificadas en donde son maltratados de múltiples formas, no les pagan por los trabajos que realizan y les dan poca agua; lo que constituye explotación laboral y trata de personas. Esta situación se repite en los campos de Georgia, Wisconsin, Florida y Texas, entidades en donde han sido detectados y procesados 34 líderes de grupos criminales que comercian con migrantes.
El proyecto End Slavery Now, que busca visibilizar la situación en Estados Unidos, asegura que este tipo de trabajo forzado es la forma de esclavitud utilizado en todo el mundo para producir diversos productos en las cadenas de suministro globales.
Los migrantes que han sobrevivido a estos campos de esclavitud han relatado verdaderas historias de terror.
“Algunos de ellos fueron explotados para cortar día y noche decenas de cebollas con sus propias manos, sin paga, sin agua. De hecho, uno de ellos murió deshidratado de tanto cortar cebollas bajo el sol. En esa época, otro de los migrantes fue obligado a dormir en un cuartito con un enfermo de sarampión como castigo. Otros fueron enviados a un campo de cebollas con cerca eléctrica, para evitar que escaparan. Una de esas noches fue que, una de sus compañeras fue violada por uno de los patrones”, señaló la periodista.
De acuerdo con lo señalado por Sánchez Ley, la organización criminal “Patricio”, que durante años operó bajo la fachada de una agencia de contratación de migrantes, construyó un negocio millonario a costa del trabajo de decenas de personas que fueron obligadas a trabajar en campos de cultivo de Estados Unidos. Su reinado criminal terminó en 2019, cuando más de 200 policías norteamericanos montaron el operativo Cebolla Floreciendo, para seguirles los pasos y dar con su paradero.
Hasta el momento, se han girado órdenes de aprehensión contra 24 personas, quienes enfrentan un proceso penal en la Fiscalía de Georgia por trabajo forzado y trata de personas, entre otros delitos.
La periodista también detectó en documentos judiciales, otros 10 casos de “patrones” que han esclavizado a migrantes. En suma, en los últimos cuatro años han sido procesadas 34 personas, la mayoría de ellas con apellidos latinos aunque también hay algunos con apellidos en inglés.
Los esclavistas modernos operan principalmente en el sector agrícola, una de las áreas que emplea a miles de migrantes en ese país, aunque en otros casos los mexicanos incluso han sido obligados a cultivar y vender drogas.
Uno de los últimos casos se registró el pasado 28 de junio de 2022, cuando las autoridades norteamericanas fueron alertadas que tres personas habían sido llevadas a punta de pistola y obligadas a trabajar en McAllen, Texas, durante aproximadamente dos semanas.
La investigación reveló que las víctimas presuntamente estaban siendo albergadas por separado y obligadas a trabajar sin paga. Dos hombres fueron obligados a vender drogas afuera de un club, mientras que una mujer fue obligada a trabajar como niñera de una pareja originaria de Texas.
Actualmente se encuentran activos en un tribunal norteamericano en donde de las 34 personas que enfrentan procesos judiciales por cargos relacionados con trabajo forzado, 25 son hombres y nueve son mujeres. Los casos se registraron entre 2019 y 2022, y en 33 procesos judiciales los hechos ocurrieron en algún campo de Georgia, Wisconsin, Florida y Texas.
La periodista destacó que según los fiscales, casos como el de la organización criminal “Patricio”, que operó mayormente desde las granjas de Georgia del Sur, entre 2015 y 2019, los mexicanos esclavizados les han dejado ganancias de hasta 200 millones de dólares. Después lavaban los fondos a través de la compra en efectivo de tierras, casas, vehículos y negocios, así como desviando millones de dólares a través de un casino.
Laura Sánchez Ley también identificó a otro grupo criminal conocido como “Los García” integrado por una familia completa: padre, madre, hermanos e hijos.
Ellos sometieron a 14 hombres mexicanos para esclavizarlos, quitándoles sus papeles y amedrentándolos, haciéndoles creer que si no realizaban trabajos y servicios en Estados Unidos para ellos, sufrirían graves daños.
Los documentos judiciales también revelan que fue en México donde reclutaron a sus víctimas y los engañaron, prometiéndoles que tendrían trabajo, dinero y una vida mejor en Estados Unidos. Sin embargo, cuando llegaron fueron trasladados y obligados a trabajar forzadamente en Georgia y Wisconsin, amasando una gran fortuna.
Actualmente su caso se encuentra en una corte de Wisconsin, donde esperan sentencia.
De acuerdo con End Slavery Now, las industrias pesquera, textil, de la construcción, minera y agrícola están particularmente llenas de trabajadores forzados. Muchos de ellos ingresaron a los Estados Unidos bajo programas de visas de trabajo o de estudiantes.
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