La CNDH presentó un Atlas LGBT+ para la protección de sus derechos humanos y para erradicar la discriminación

Las actividades por el mes del orgullo están por terminar; si bien el pasado sábado 25 de junio en la capital mexicana se vivió una fiesta para conmemorar la diversidad sexual y el amor en todas sus manifestaciones, a la comunidad LGBT+ aún le queda un arduo camino por recorrer para alcanzar un adecuado reconocimiento de sus derechos humanos así como la tan anhelada igualdad.

Por ello, en el marco del mes del orgullo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó un Atlas de las Personas LGBT+, cuya finalidad es la de contribuir al respeto de sus derechos humanos así como para eliminación de la discriminación en su contra.

Fue a través de su cuenta oficial de Twitter que dicha dependencia se pronunció a favor de la comunidad LGBT+, señalando que la presidenta, Rosario Piedra Ibarra, dijo que es necesario atender la nueva realidad presente en la cultura mexicana: la diversidad sexual. De este modo, el Organismo Autónomo se sumó al enorme esfuerzo para hacer realidad, y no una promesa, los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transgénero, transexuales e intersexuales.

Durante un evento realizado en el Centro Nacional de los Derechos Humanos (CENADEH), Rosario Piedra Ibarra, presidenta del organismo autónomo, expresó que en México se ha sufrido discriminación en contra de muchos grupos humanos y de la cual, las orientaciones sexuales, identidades de género, expresiones de género y características sexuales -que toda persona tiene derecho a elegir- no han estado exentas, lo cual ofende los más elementales principios de derechos humanos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Por ello, Rosario Piedra Ibarra presentó el Atlas de las Personas LGBT+, mismo que da un mayor peso al marco jurídico nacional vigente con respecto a las obligaciones que tiene el Estado con los derechos de la comunidad LGBT+, tales como la prohibición de la discriminación, el derecho al matrimonio igualitario y el reconocimiento a la identidad y expresión de género.

El Atlas de las Personas LGBT+ contiene 65 indicadores en siete dimensiones, que darán una muestra fidedigna de la situación y las problemáticas diversas que vive la población LGBT+ a lo largo y ancho del país.

“Gracias a la información obtenida en encuestas de discriminación tabuladores de nupcialidad y compendios de mención de rectificación sexo/género en instituciones del registro civil, hoy se tiene una idea más amplia de la realidad de la comunidad LGBT+, en la cual la discriminación impacta de manera diferente dependiendo el sexo, la identidad y la expresión de género”, se lee en el comunicado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Adicionalmente el organismo autónomo de los derechos humanos dijo creer que el respeto a la diversidad sexual es posible, en la medida en que sea una realidad, no solo en los marcos jurídicos, sino también en la conciencia de la sociedad por lo que refrendó el compromiso de la institución para redefinir los referentes simbólicos tradicionales que mueven a la sociedad mexicana.

Por su parte, Claudia Franco Martínez, directora general de la Primera Visitaduría, hizo un llamado a reflexionar sobre la promesa establecida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de lograr la absoluta libertad e igualdad para todas las personas y, en ese sentido, el Atlas de las Personas LGBT+ busca contribuir a la formación de políticas públicas para identificar los problemas que enfrenta la comunidad toda vez que no basta con efectuar cambios legislativos, sino que es fundamental transformar actitudes sociales y luchas contra el odio del que son víctimas.

El Atlas de las Personas LGBT+ es resultado del trabajo realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para dar continuidad al esfuerzo por estudiar y entender los retos que enfrenta este sector de la sociedad con la finalidad de consolidarse como una fuente abierta que permita monitorear los avances del ejercicio pleno de otros derechos a través del tiempo.

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