La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, reprobó el homicidio de dos sacerdotes jesuitas en la comunidad Cerocahui, en el municipio de Urique. Javier Campos Morales y Joaquín César Mora fueron asesinados cuando intentaban ayudar a un individuo herido, quien era perseguido por sujetos armados.
Los hechos han causado indignación entre la sociedad civil, debido a que -tal como resaltó la mandataria estatal- las víctimas formaban parte de la Compañía de Jesús, la cual atiende a los tarahumaras de la zona serrana. En ese sentido, Campos expuso:
“Un atentado de esta naturaleza nos sacude hasta lo más profundo y les digo que no vamos a permitir actos como este”
En su mensaje sobre el evento ocurrido el 20 de junio, la titular del gobierno chihuahuense anunció las acciones que se están llevando a cabo en respuesta a lo sucedido: los mecanismos de coordinación entre fuerzas estatales y federales para brindar seguridad a los habitantes de Cerocahui fueron activados, se montó un operativo en la zona y se ha avanzado en la investigación para localizar a los culpables del crimen.
También dio detalles sobre la colaboración entre las autoridades de la entidad y el gobierno federal. Aseguró que se ha mantenido al tanto las labores en el área y que está en comunicación con el secretario de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González; con el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán y con el secretario general de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Expresó que con el trabajo conjunto lograrán dar castigo a quien resulte culpable y brindar seguridad. Al respecto dijo:
“Estamos coordinando todos los esfuerzos para dar con los responsables, hacer justicia y asegurar las comunidades de la región. Nos duele profundamente las pérdidas causadas por el ataque, tanto de un civil como de dos hermanos jesuitas, una congregación que siempre ha realizado una labor humanitaria en nuestro estado, en especial en la zona serrana”.
Asimismo, se comprometió a recuperar la paz en la Sierra Tarahumara. Ya que, según externó la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, el asesinato de los miembros de su congregación no fue un hecho aislado y que en este lugar las personas pierden la vida arbitrariamente a diario.
Habitantes de Chihuahua han confirmado esta información y expresado su enojo en redes sociales, donde se pueden leer comentarios como: “Pero el problema está en toda la sierra, no es sólo Cerocahui, es Guachochi, Basaseachi, San Juanito” o “estamos indignados la violencia está desbordada, exigimos Justicia y la pronta intervención de las fuerzas de seguridad en toda la sierra Tarahumara para garantizar la seguridad de todos los habitantes”.
El narco en Chihuahua
Extraoficialmente, José Noriel Portillo, alias El Chueco, fue señalado como el posible responsable de la muerte de los sacerdotes y del hombre al que intentaron ayudar, así como de la sustracción de los cuerpos. Noriel es dirigente de una célula del grupo delictivo Gente Nueva, asociado con el Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, estas asociaciones criminales no son las únicas que operan en la entidad, sino que han sido identificadas al menos 12 grupos por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). En el estado tiene fuerte presencia el Cártel de Juárez y en menor medida el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los cuales tienen alianza con otros como Los Salgueiro.
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