Xochimilco más allá de las trajineras

Xochimilco es una de las alcaldías más grandes de la Ciudad de México y también uno de los lugares más antiguos. Su territorio guarda hermosos paisajes naturales y resalta por su diversidad cultural.

Cuando se habla de este sitio la mayoría suele pensar solo en las trajineras, aunque su belleza no se encuentra únicamente en los canales, sino que se refleja en su arquitectura, en su historia, en su riqueza natural, en sus costumbres y en su gente.

Y qué sería de un lugar sin identidad histórica, con edificaciones y templos que en sus muros denotan el paso del tiempo. En Xochimilco se encuentra la Parroquia de San Bernardino de la Siena, uno de los templos más antiguos y con importante papel en la historia de México.

Se construyó en el siglo XVI por los franciscanos, quienes se dedicaron a evangelizar y educar a los indígenas de la zona en aquella época. El festejo de su santo es durante todo el mes de mayo y se conmemora con actividades religiosas, artísticas y culturales.

Hablando de construcciones históricas, no se puede dejar de lado el Museo Dolores Olmedo que se inauguró como tal en 1994, pero antes fue una hacienda agrícola del siglo XVI. Su última dueña fue la coleccionista y empresaria Dolores Olmedo.

Ella compró la propiedad prácticamente en ruinas en el año 1962. Antes se hacía llamar Hacienda La Noria y tuvo varias remodelaciones en los siglos XVIII y XX. Dolores, al ser coleccionista y admiradora del arte albergó numerosas obras de Frida Kahlo y Diego Rivera en el recinto.

Dentro de los enormes jardines y pasillos hay una variedad de plantas, obras artísticas y animales exóticos como pavorreales, así como también animales en peligro de extinción: los xoloitzcuintles, una raza canina de la época prehispánica.

La delegación tiene lugares culturales y también espacios para divertirse en familia y disfrutar al máximo la naturaleza. El Parque Ecológico Xochimilco es una Reserva Natural Protegida, en donde se preservan diversas especies de plantas y animales.

En el lugar hay jardines polinizadores, con variedad de flores coloridas y plantas nativas que ayudan a pintar el paisaje, al igual que los muchos árboles y pastizales rodeados de cuerpos de agua como el Lago Huetzalin.

Allí espera un mirador para apreciar la hermosa vista a los límites de la zona oriente y admirar los famosos volcanes; Popocatépletl e Iztaccíhuatl. Dentro también se encuentra el Museo de la Chinampa, los juegos infantiles, el Paseo de los Arcos y el Auditorio.

Las actividades que se pueden desempeñar en este parque son variadas, va desde renta de bicicletas y lanchas hasta renta de palapas para fiestas.

Xochimilco alberga enormes mercados, en donde se pueden encontrar plantas y flores de todo tipo, así como una variedad de herramientas para jardinería, elementos decorativos y hasta árboles frutales.

Los mercados forman parte de la identidad cultural de Xochimilco porque desde antes de la conquista ha sido un lugar acostumbrado a la siembra y agricultura.

Una de las costumbres características de Xochimilco es la Feria de la Alegría y el Olivo, que se lleva a cabo en el pueblo Santiago Tulyehualco. En la época prehispánica la semilla del amaranto, llamada Huautli, era uno de los alimentos básicos casi como el maíz y fríjol.

En la antigüedad se le relacionaba con rituales en honor a los dioses, sobretodo a Huitzilopochtli. La tradición continuó de generación en generación hasta llegar a nuestros días. Por su parte, el olivo llegó hasta los años de la conquista siendo Tulyehualco el primer lugar de América en cultivarlo.

Cada año, en el mes de febrero se lleva a cabo esta feria, en la Plaza Quirino Mendoza. Allí se venden y exponen derivados del olivo y alimentos hechos con amaranto.

Xochimilco no solo es sede de las trajineras o de la isla de las muñecas, es un lugar en donde aún se conservan grandes espacios naturales, destacados museos, riqueza arquitectónica y grandes fiestas que reflejan el alma de cada pueblo de Xochimilco.

La alcaldía tiene un total de 14 pueblos y 17 barrios, en cada uno de ellos se celebra al menos una fiesta al año, por lo que su riqueza y diversidad cultural es enorme.

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