César Enrique Caro Escobar, sobrino de Rafael Caro Quintero, el Narco de narcos, fue condenado por tráfico de armas para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pues junto con su célula criminal introducían fusiles desde Estados Unidos.
De acuerdo con las investigaciones, Caro Escobar fue detenido en agosto de 2020 en la Ciudad de México y tras un procedimiento abreviado, se le impuso la sentencia de seis años ocho meses de prisión. Ahora está recluido en el Reclusorio Preventivo Varonil Sur junto con sus cómplices.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que en la organización al servicio del CJNG también participaron Vicente González Beltrán y Carlos Enrique García Méndez, quienes deberán pagar la misma condena que el familiar del Narco de narcos.
Según el reporte oficial, los tres sujetos cayeron luego de que elementos federales cumplimentaran una orden de cateo en la alcaldía Cuajimalpa. Cuando se les detuvo, los criminales estaban en posesión de drogas y armamento.
Las indagatorias establecieron que los comandados por Caro Escobar comerciaban armas desde el país norteamericano y las vendían en la Ciudad de México, como en Guadalajara.
Fue hasta mayo de 2020 que la FGR comenzó a seguir la pista de los traficantes, tras recibir una denuncia anónima del grupo criminal que operaba para el CJNG. Entonces comenzó el proceso del Ministerio Público de la Federación.
La FGR, a través de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada, procesó el caso por los delitos contra la salud y posesión de armas de fuego y de cartuchos. La pena obtenida no es de gran magnitud y la salida de los traficantes se prevé para finales del 2026.
Este grupo criminal fue capturado con dosis de clorhidrato de metanfetamina, de fentanil y 4-Antilo-N-Fenetilperidina y de fentanil 4-ANPP en su variable de venta con fines de comercio; así como otros indicios que no fueron precisados por la instancia ministerial.
En las imágenes compartidas por la FGR se observan tambos con precursores químicos, empaques de polvos de narcótico, pero no se ha establecido si ya habían pasado por un narcolaboratorio o apenas estaban destinados a la síntesis.
Estados Unidos es el principal mercado de abastecimiento para las armas utilizadas por los cárteles mexicanos. Aunque México ha emprendido una campaña legal para regular la venta de fusiles, el proceso no ha prosperado en la demanda a compañías de fabricantes y distribuidores desde agosto del año pasado.
Entre aquellas observadas al CJNG destacan ametralladoras de cinta M-60, fusiles Barret, lanzagranadas, metralletas AR-15, lanzador de cohetes soviético RPG-7, M-16, AK-47, así como pistolas tipo escuadra de calibres 9 mm y 45.
Además, las fuerzas lideradas por Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, se han equipado con chalecos balísticos, cascos, inhibidores de telecomunicaciones, así como vehículos modificados para su blindaje artesanal y todo terreno, del tipo racer.
Con ello se demuestra la capacidad de fuego, con equipo reservado al Ejército y utilizado en las guerras, que está en manos del narco. Ese poder rebasa a las policías locales y hace frente a los militares, como a la Guardia Nacional.
Sobre las alianzas entre Caro Quintero y el CJNG no habían trascendido mayores reportes hasta ahora. Pues el Narco de narcos es protegido en el paraguas del Cártel de Sinaloa.
Aunque sus sobrinos y más familiares en el Cártel de Caborca disputan rutas de trasiego de drogas en Sonora a los Salazar, quienes responden a los Chapitos.
Además, cuenta con más nexos de parentesco y consanguíneos que se han diversificado en diversos grupos criminales. En Chihuahua, por ejemplo, aliados de Rafael Caro Quintero se asociaron contra los sinaloenses para conjuntar fuerzas con el brazo armado La Línea, remanente del Cártel de Juárez. El capo ha dicho que no se dedica al narcotráfico, pero lo siguen buscando.
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