La leche es una bebida sumamente completa, pues contiene diferentes nutrientes esenciales y es una fuente importante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad, y grasas. La leche puede contribuir considerablemente a la ingestión necesaria de nutrientes, como el calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico, según información de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Sin embargo, para recibir estos nutrientes, debes asegurarte de que en verdad estés consumiendo leche.
La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) es una institución encargada de defender los derechos de los consumidores, prevenir abusos y garantizar relaciones de consumo justas. México se convirtió en el primer país latinoamericano en crear una procuraduría y el segundo con una ley en materia.
Es por esto que PROFECO analizó una veintena de productos que se venden como leche o productos lácteos, prueba que algunas marcas pasaron y otras no. La Revista del Consumidor del mes de junio dio a conocer qué marcas de leche con sabor no cumplieron con lo ingredientes que muestran a los consumidores en los envases, además cuales son las que exceden la cantidad de azúcar.
A través del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, la Procuraduría realizó un estudio de calidad a tres productos lácteos y 17 leches, de las cuales, 2 son parcialmente semidescremadas, 3 parcialmente descremadas/deslactosadas, 3 semidescremadas/deslactosadas, 1 semidescremada y 8 enteras que se venden en el mercado mexicano. Los resultados ya están disponibles en la Revista del Consumidor, correspondiente al mes de junio.
Para este análisis, la PROFECO verificó la información comercial de cada producto, que cumplan con lo indicado en las normas oficiales correspondientes, que en verdad entreguen el contenido neto declarado, que observen las reglas de calidad sanitaria, así como sus propiedades nutrimentales como contenido de proteína, grasa, carbohidratos y aporte calórico.
Las marcas que venden leche real
Según la PROFECO, las marcas que se analizaron y que si cumplieron con las normas de la dependencia, fueron:
Lala Light baja en grasa, Leche León, Lala 100 fresca sin lactosa + calcio 30%, Lala 100 sin Deslactosada + proteína 54g, Lala 100 sin Deslactosada + proteína 54g light, Alpura Clásica Lala entera, Lala Orgánica entera, Leche Monarca, Liconsa, Frisia ,Sello Rojo, Bioré, Gota Blanca, Bajío y Nutri.
Las tres marcas que no cumplieron
De las marcas analizadas por la PROFECO, tres no cumplieron con las características mencionadas. La primera de ellas es la marca Los 19 hermanos, que contiene menos producto del declarado. Además, en su presentación entera pasteurizada se asegura que se trata de leche, cuando en realidad, se trata de una mezcla entre leche con grasa vegetal. Es decir, no es leche real.
Dos productos de la marca LALA tampoco cumplieron con las características de la PROFECO, pues no cumplen con la norma por el proceso no regulado de eliminación de lactosa. Por ello es que su densidad y contenidos de sólidos no grasos no son los mínimos requeridos por la NOM-155-SCFI-2012.
Así las presentaciones LALA 100 Fresca sin lactosa deslactosada, leche semidescremada deslactosada ultrafiltrada pasteurizada, adicionada con vitaminas A y D y reducida en grasa de 1 litro, así como LALA 100 FRESCA sin lactosa LOW CARB -30% Light, semidescremada deslactosada ultrafiltrada pasteurizada, adicionada con vitaminas A y D, reducida en grasa de 1 litro, incumplen con la Norma Oficial Mexicana pues se comercializa con leche fresca, baja en grasa o de densidades mínimas, pero en realidad no contienen el mínimo de sólidos no grasos y densidad mínima para ser leches deslactosadas.
Finalmente, la leche Querétaro, leche entera pasteurizada adicionada con vitaminas A y D de 1.892 litros tuvo hasta 75 mililitros menos del contenido declarado.
Para consumir leche de calidad, la PROFECO recomienda que se revise la fecha de caducidad; identificar si es leche o producto lácteo, pues hay diferencias nutrimentales importantes; refrigerar los productos pasteurizados, independientemente de si se abrieron o no.
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