El Subsecretario de salud, Hugo López Gatell anunció el pasado 31 de mayo durante la tradicional conferencia mañanera del Gobierno de México que el presidente Andrés Manuel López Obrador firmará un decreto que prohibirá la circulación y comercialización de vapeadores y cigarros electrónicos.
“El presidente firmará este nuevo decreto que prohíbe ya no solo la importación y exportación sino también la importación y exportación de estos nocivos productos en el interior de la República”, expresó Hugo López Gatell.
Aunque la noticia no agradó a consumidores y comerciantes, dicha acción es solo la punta del iceberg de todos los aspectos a considerar sobre los vapeadores y cigarros electrónicos, artefactos que han ganado gran popularidad en los últimos años.
Si bien la discusión sobre su uso se ha centrado en los riesgos y daños que puede ocasionar para la salud, la realidad sobre su regulación en México tiene un trasfondo que está directamente conectado a la presencia y poder de las grandes industrias tabacaleras del país. Así lo reveló un reportaje realizado por el laboratorio de políticas públicas Ethos.
De acuerdo con la información revelada en el reportaje Las ocultas conexiones entre la industria del tabaco y los voceros a favor del vapeo en México, representantes de la Secretaría de Salud federal y organizaciones civiles ha cancelado en diversas ocasiones su asistencia a foros informativos sobre el consumo del tabaco debido a las advertencias que les ha realizado sobre la presencia de representantes de la industria tabacalera.
Fue el mismo Arturo Sabines, director de la oficina nacional para el control de tabaco de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), quien declaró que desde la Secretaría de Salud percibieron un conflicto de interés respecto los participantes del foro “Consumo de nicotina y su regulación” pues entre los asistentes se encontraban representantes de las organizaciones activistas México y el Mundo Vapeando y Pro-Vapeo México, mismas que colaboran o se asocian con otras financiadas por la industria tabacalera.
El reportaje de Ethos, señaló que estas dos organizaciones son las principales activistas sobre el tema del vapeo en México y que sus representantes han acudido a diversas instancias gubernamentales a promover un discurso que sostiene que “vapear” es menos nocivo para la salud que fumar tabaco.
Pese a que en más de una ocasión dichas organizaciones activistas han declarado no tener ningún tipo de conflicto de interés o ser financiadas por la industria de la nicotina, la investigación realizada por Ethos apuntó a todo lo contrario.
La investigación realizada por el laboratorio de políticas públicas Ethos, reveló que la organización México y el mundo vapeando ha recibido financiamientos a través de donativos de la industria nacional de vaporizadores o pequeños comerciantes de nicotina mientras que Pro - Vapeo México es miembro de la Red Internacional de Organizaciones de Consumidores de Nicotina, la cual es indirectamente subsidiada por la tabacalera Philis Morris International (PMI).
Tras las políticas que buscan implementar las autoridades federales para regular el uso de vapeadores y cigarros electrónicos, México y el Mundo Vapeando ofrece gratuitamente un formato de demanda de amparo en contra de la prohibición de dichas medidas e incluso ha hecho un llamado a la resistencia pacífica.
Por su parte, Roberto Sussman, presidente de Pro-Vapeo México implementó una estrategia en redes sociales para atacar y criticar a quienes se opongan al vapeo.
De acuerdo con declaraciones de Inti Barrientos, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), el discurso a favor del vapeo que promueven dichas organizaciones activistas favorece a las tabacaleras debido a que el control del mercado de la nicotina lo tienen las grandes empresas, adicionalmente, detalló que la industria del tabaco tiene productos similares y la capacidad de acaparar el mercado.
El reportaje de Ethos reveló un meticuloso mapa de inconsistencias que apuntan el posible conflicto de interés que las organizaciones activistas mantienen con las grandes industrias tabacaleras, entre ellas destacó que el sitio web de ambas asociaciones no muestran su Registro Federal de Contribuyentes, ni tienen avisos de privacidad o un espacios para donaciones.
La postura de las organizaciones activistas pro vapeo frente a la de las autoridades sanitarias del país ha generado gran tensión pues ha sido el mismo Hugo López Gatell quien ha mencionado que a través de la construcción de una pseudociencia y de mercadotecnia se busca posicionar los vapeadores y cigarros electrónicos como alternativa para el tabaquismo.
Dichas declaraciones provocaron que las organizaciones activistas acusaran al Subsecretario de Salud de promover desinformación y una política desastrosa.
No obstante, el laboratorio de políticas públicas Ethos señaló que dichas acusaciones forman parte de un engranaje al que la industria tabacalera sustenta con un financiamiento directa o indirectamente en favor de sus intereses.
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