Cuál es la leyenda que guarda el Callejón del beso que fue cerrado el fin de semana en Guanajuato

El pasado lunes, se dio a conocer que el emblemático Callejón del Beso, ubicado en Guanajuato, fue cerrado el fin de semana por un conflicto entre la propietaria del “Balcón de Ana” y fotógrafos que laboran en la zona, lo que impidió que los turistas que visitan el emblemático lugar unieran sus labios ahí, como es tradición.

La dueña del inmueble, una mujer de nombre Norma Luz Gámez, a través de una emisaria, acusó a los fotógrafos de agredirla verbalmente y creer que tienen exclusividad en ese espacio, mientras los trabajadores de la lente aseguran que la quejosa, quien también es dueña de un local de artesanías, pretende desplazarlos porque su familia comenzó a tomar fotografías en febrero pasado.

La mujer colocó un anunció rojo en el acceso al callejón con la frase “protesta a los abusos de fotógrafos…”, y dio a conocer que existen denuncias penales y quejas administrativas por acoso en contra de ellos.

Dicha medida de bloquear el acceso al callejón fue respuesta al “hartazgo por la injusticia e impunidad”, el presunto hostigamiento a los turistas por parte de los fotógrafos, y ante la inacción de las autoridades a las que ha recurrido.

Por su parte, fotógrafos han acusado a la mujer de ser ella quien quiere acaparar el turismo, pues los fotógrafos tienen permiso desde hace cerca de 30 años en el callejón, que es la fuente de ingresos de sus familias.

Al medio día del lunes pasado se quitó el anuncio y reabrió el callejón, luego de que personal de la Presidencia Municipal dialogó con las partes del conflicto.

Hay que recalcar que en Guanajuato existen varios puntos que son visitados por los turistas, como el Teatro Juárez, el Monumento al Pípila, la Universidad de Guanajuato, el Santuario de Cristo Rey, la Alhóndiga de Granaditas, la Basílica de Nuestra Señora de Guanajuato, y el Callejón del beso, entre muchas otras.

Todos ellos son lugares llenos de historia y tradición, sin embargo, el Callejón del Beso en particular, cuenta una historia trágica.

La leyenda del Callejón del Beso surge en la época en la que el Bajío mexicano aún era ocupado por los españoles, y en uno de los muchos callejones de Guanajuato vivía una familia acaudalada proveniente del viejo continente.

La hija del matrimonio que vivía ahí, era una hermosa joven de nombre Ana, a quien le gustaba asomarse por el balcón por las noches para poder observar la luna y las estrellas. En la casa vecina había una pequeña habitación ocupada por Carlos, un joven humilde y sencillo que trabajaba en una mina llamada La Valenciana, y quien estaba enamorado de Ana. Él también disfrutaba de la noche aunada a la belleza de la joven española ya que su aposento se encontraba justo enfrente del balcón de su amada, esa gran coincidencia le permitió conocerse y enamorarse.

Eso le dio la idea de poder darse un beso sin que el padre de la chica los descubriera, pues don Emiliano era un hombre de armas que jamás permitía que su hija siquiera conversara con alguien que no fuera de su misma clase social.

Desafortunadamente, el plan no funcionó, pues el padre de la joven los descubrió amenazando de muerte al joven, sin embargo, Ana no creyó en las amenazas de su padre.

Al día siguiente, don Emiliano, al percatarse de que su hija de nueva cuenta se estaba besando con el minero, entró a la habitación empuñando una daga afilada, y matando al instante a Ana, su propia hija. Carlos, asustado al ver eso y sin poder hacer nada, salió corriendo de la casa para no volver jamás.

Cuenta la leyenda que toda persona que visite el Callejón del Beso, debe darle un beso a su pareja, subiendo hasta el tercer escalón de la parte más angosta para así tener 15 años de prosperidad y amor. Si no se hace esto, se corre el riesgo de tener siete años de mala suerte.

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