La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) la reparación integral del daño causado a una mujer a quien le extirparon la matriz y los ovarios por negligencia médica en Querétaro.
La Recomendación 93/2022 fue remitida al director general del ISSSTE, Pedro Mario Zenteno Santaella, por la inadecuada atención médica y por agravar los derechos de la mujer a la protección de la salud y a la integridad personal.
Los hechos ocurrieron el pasado 12 de marzo de 2019, cuando la mujer, que contaba con un embarazo de 39 semanas de gestación, acudió al Hospital General “Querétaro” para que atendieran su parto.
Sin embargo, una vez en el nosocomio, personal de salud la atendió de manera violenta, incluso amenazándola con dejarla sola y “sacarle la matriz” en caso de que no cooperará con el procedimiento, según consta en el comunicado de la CNDH.
A raíz de los fuertes dolores, el esposo de la mujer firmó un documento para autorizar la práctica de una cesárea, pues su pareja ya no podía continuar con las labores de parto. No obstante, los médicos que la atendieron la violentaron psicológica y verbalmente.
Momentos más tarde, personal médico le practicó una episiotomía (incisión quirúrgica en la zona del perineo) para lo cual recurrieron al uso de fórceps para extraer al bebé, lo que le causó un fuerte dolor a la madre.
“Durante la intervención, la víctima sufrió un desgarre de tercer grado y presentó hemorragia severa, por lo que requirió una transfusión de sangre”, se detalla en el documento. Asimismo, la mujer presentó un cuadro de atonía uterina, el cual puede ocurrir durante la tercera fase del parto, conocida como “alumbramiento”.
Por lo anterior, fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde se le extirpó su aparato reproductivo, dejándola sin la posibilidad de tener más hijos. La mujer indicó que después del parto, el hostigamiento y violencia psicológica por parte del personal médico no cesaba.
Después de permanecer varios días internada, fue dada de alta del Hospital General “Querétaro” junto con su bebé el 21 de marzo. Sin embargo, consideró que debido a la negligencia médica, sufrió afectaciones irreversibles que repercutieron en su proyecto de vida, como tener más descendencia.
“Esta Comisión Nacional observó que la víctima recibió una inadecuada atención médica (...) Además, se omitió la vigilancia y monitorización de parto cada hora, lo que propició que se pasara desapercibida la detención del descenso del bebé por el canal del parto”
De igual manera, la CNDH señaló que a la mujer le realizaron un parto instrumentado de forma inadecuada, al aplicar fórceps de salida con el objetivo de abreviar intencionadamente el proceso; sin embargo, lo anterior generó una hemorragia obstétrica. Asimismo, detalló que el personal médico le hizo firmar un documento para deslindarse de la responsabilidad por el estado de salud de su bebé.
“Este Organismo Internacional considera que el procedimiento practicado a la víctima se relaciona con la sujeción a tratos crueles, inhumanos o degradantes”, se lee en la Recomendación emitida, por lo que solicitó al director general del ISSSTE la reparación integral de los daños causados a la víctima directa e indirecta de este caso, incluyendo la atención médica, psicológica y psiquiátrica que la mujer o su esposo requieran.
Por último, se solicitó el diseño y la impartición de un curso de capacitación dirigido al personal médico y de enfermería de dicho Hospital General sobre los temas necesarios para evitar que casos como este se repitan en un futuro, al igual que la publicación durante tres meses de la Recomendación 93/2022 en el sitio web del ISSSTE.
A raíz de lo anterior, la mujer presentó una queja ante la CNDH el 25 de marzo de 2019.
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