A inicios de mayo países como Reino Unido, España y Portugal confirmaron casos de viruela del mono, hasta el momento fueron cinco confirmados y más de veinte sospechosos en portar la enfermedad. Las autoridades de estas naciones activaron una alerta sanitaria nacional, y de acuerdo a ellas la enfermedad es rara y poca contagiosa entre humanos, además de no tener tratamiento.
Es una enfermedad descubierta en 1958 por dos brotes de una enfermedad similar a la viruela en grupos de monos que eran estudiados en laboratorios, por esta razón se le dio el nombre de viruela del mono. El primer caso fue anunciado en Londres el pasado 7 de mayo, el paciente tenía como antecedentes un viaje reciente a Nigeria donde se cree que contrajo la enfermedad.
En el caso de los humanos, se considera que los síntomas son muy parecidos a la viruela, aunque se sobrellevan de mejor manera. Se comienza con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares como en la espalda, escalofríos y agotamiento. Una de las principales diferencias entre la viruela del mono y la viruela que normalmente se conoce es que la primera ocasiona que se inflamen los ganglios linfáticos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el virus se transmite a las personas por animales salvajes como roedores y primates, pero la propagación de persona a persona es más limitada. El contagio se realiza por contacto de secreciones infectadas de las vías respiratorias, lesiones cutáneas de una persona infectada o mediante objetos contaminados sobre todo que contengan los fluidos del paciente.
La viruela del mono tiene un periodo de incubación que va de los seis días a los 16 o hasta 21. Entre el primer y el quinto día se presentan los síntomas generales como dolores de cuerpo, inflamación de los ganglios linfáticos y debilidad en general. Después de que aparece la fiebre, entre el primer y el tercer día comienzan a aparecer lesiones en la piel como en el caso de la viruela.
Generalmente aparecen primero en el rostro, las palmas de las manos y las plantas de los pies, después de aparecer las lesiones cutáneas suelen aparecer ampollas llenas de líquido, pústulas y costras, estas últimas pueden tardar en desaparecer en hasta tres semanas.
Los síntomas en general pueden durar entre 14 y 21 días, se considera que los casos más graves suelen afectar a los niños. A pesar de que no hay un tratamiento o vacuna para el virus, se comprobó que la vacuna antivariólica tiene un 85 por ciento de eficacia para prevenirla, sin embargo se suspendió tras la erradicación mundial de esta enfermedad.
También antivirales como el cidofovir, el ST-246 e inmunoglobulinas específicas pueden ayudar a controlar la viruela del mono. Entre las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para reducir los contagios es evitar el contacto estrecho con las personas infectadas.
En África se han diagnosticado casos de la viruela símica desde el 2016, lo que indicó que podría haber un resurgimiento; la mayoría de los pacientes son niños. De acuerdo con datos, puede matar hasta una de cada diez personas que se infectan, pero actualmente es un virus que se controla más por lo que la tasa de mortalidad de aproximadamente una de cada 100.
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