Quiénes pueden ser considerados los primeros mestizos en México

Gonzalo Guerrero fue un marinero español que naufragó en las costas de Yucatán y fue tomado prisionero por los mayas, para después, unirse a la cultura local

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Gonzalo Guerrero se casó con una princesa maya.
Gonzalo Guerrero se casó con una princesa maya.

Uno de los personajes que más han llamado la atención de la Historia de México, es el español Gonzalo Guerrero, un marinero de Huelva, España, que se hizo maya y defendió a este pueblo, durante el proceso de la Conquista española.

Guerrero, junto a otros hombres, naufragaron en las costas de Yucatán en 1512, para luego integrarse, con Jerónimo de Aguilar, a la cultura local, llegando incluso a tatuarse y perforarse para lucir como un verdadero maya guerrero. Además, se casó con una mujer maya perteneciente a la nobleza de esta cultura, con quien se casó y tuvo hijos. Incluso, se dice que probablemente estuvo implicado en la resistencia del pueblo indígena ante el avance de los hispanos. Al menos, eso es lo que apuntan sobre él las crónicas, relaciones, historias y documentos más antiguos que narran la conquista de México.

Se dice que, posiblemente, los hijos que tuvo Guerrero con su esposa maya, fueron los primeros mestizos que hubo en México, pues no hay registro de que anteriormente hubiera un encuentro biológico y cultural y su mezcla.

Guerrero, quien también es mencionado como Gonzalo de Aroca y Gonzalo de Aroza, era un marinero, y él y su tripulación se dirigían en un viaje al Darién (Panamá) cuando naufragaron debido a una fuerte tormenta que dañó su embarcación irremediablemente, se estima que habría sido entre 1511 y 1512.

Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar fueron tomados prisioneros por los mayas.
Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar fueron tomados prisioneros por los mayas.

Varios de los tripulantes murieron, las corrientes arrastraron a los sobrevivientes hasta el norte de la península de Yucatán, posiblemente en lo que hoy es Holbox. Apenas tocaron tierra, fueron abordados por un grupo de mayas guerreros. Los náufragos fueron detenidos, y ante la resistencia murió el capitán Juan de Valdivia, sólo Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero lograron escapar del cautiverio. Caminaron por la selva yucateca hasta que, en Xman Há (Playa del Cármen), fueron recapturados por otro grupo y esclavizados.

Mientras Jerónimo de Aguilar se mantuvo fiel a su cultura y religión (posteriormente fue clave como intérprete de Hernán Cortes en la conquista de México), Guerrero se adaptó hasta integrarse a la cultura maya. Participó en enfrentamientos con los pueblos enemigos y se destacó entre ellos por su astucia y sus dotes militares.

Cuando Gonzalo vivía como esclavo, el jefe maya Taxmar lo reclamó, ya que tenía buena fama de ser un gran estratega militar, y les enseñó nuevas formaciones de ataque y defensa. Lo hizo ensayar cuadros de ataque y formaciones de defensa que permitían hacer relevar a los soldados, generando en la guerra contra los Cocomes (una comunidad extremadamente violenta), dándole la victoria al ejército del jefe Taxmar.

Poco después, por su condición de esclavo, el jefe Na Cha Can lo regaló a Nacom Balam (jefe guerrero).

El español se unió a la cultura maya.
El español se unió a la cultura maya.

Un día Nacom Balam cruzó un río y fue atacado por un caimán y, en vez de aprovechar la oportunidad para escapar, Guerrero luchó contra el caimán hasta matarlo. Al ver esto, Nacom Balam le otorgó la libertad.

Una vez libre, Guerrero se quiso hacer los tatuajes y las perforaciones (enorejas, nariz y labio inferior) propias de su rango militar. Siempre llevó sus guerras hasta la victoria, alcanzó el grado de Nacom Balam y se casó con la princesa Zazil Ha (también llamada Ix Chel Can).

Eduardo Matos Moctezuma, historiador mexicano, ha recordado en conversatorios, cuando en 1519 Hernán Cortés llegó a la isla de Cozumel, en la península de Yucatán, se enteró de que en aquellas tierras se encontraban varios náufragos españoles, miembros de expediciones anteriores, que habían sido tomados prisioneros por los mayas.

Dispuso entonces que los buscaran y que los rescataran para que se unieran a su expedición; fue así como uno de aquellos náufragos, Jerónimo de Aguilar, se enteró de la llegada de Cortés y fue a otro pueblo en busca de Gonzalo Guerrero, nacido en Palos, para llevarle la grata nueva.

Aguilar se sorprendió, pues ante la noticia de que naves españolas los esperaban en Cozumel, Guerrero respondió con estas palabras, que han quedado grabadas en la historia y que llegan a nosotros gracias a Bernal Díaz del Castillo, quien las relata en su Historia verdadera de la conquista de Nueva España:

Hermano Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos, y tiénenme por cacique y capitán cuando hay guerras. Id vos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas las orejas. ¿Qué dirán de mí cuando me vean esos españoles ir de esta manera? Y ya veis estos mis hijicos cuán bonicos son”.

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