La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) difundió un listado con 28 pescados y mariscos cuya pesca está certificada por ser sustentable. La certificación de sustentabilidad se basa en la evaluación de la población marina objetivo y la salud del ecosistema.
Las especies que cuentan con certificación tienen presencia principalmente en el Pacífico Norte y Sur, el Golfo de México y el Caribe. La pesca de trece de ellas, más de la mitad, no tienen veda, por lo cual su consumo no afecta su supervivencia en la naturaleza.
Entre las especies de pescado que se pescan de forma sustentable están algunos comunes como el huachinango del Pacífico, atún aleta amarilla, robalo plateado y diferentes tipos de sardina como la crinada azul y Monterrey. En la lista se encuentran también la cabrilla rayada, el barrilete listado, el jurel de la baja, así como la cherna americana y negrillo.
En cuanto a los mariscos, es recomendable el consumo de la jaiba azul y verde, la almeja roja y chocolata, la langosta de California, el callo de hacha, el pulpo roca del Atlántico, el calamar gigante, además del camarón blanco, azul y café.
Las autoridades añaden que además de los pescados y mariscos certificados, el consumidor puede comer con confianza productos incluidos en la categoría de Recomendable, por tener un puntaje menor a 5. Las categorías pueden ser consultadas en el semáforo de la Conabio, el cual resume categorías de riesgo, vedas, tipos de captura, huella ecológica y estado de la población.
En el semáforo se puede consultar también en dónde se pesca cada especie, ya que la procedencia del producto es un factor que se debe tomar en cuenta al momento de elegir qué alimentos marinos consumir. La comisión recomienda consumir especies pescadas localmente porque su huella ecológica es menor al de los productos importados, por lo cual tiene un menor impacto negativo en el ambiente.
Consumir productos que provienen del extranjero es menos recomendable por el nivel de contaminación que produce su traslado. Para llegar a los centros de distribución pasan por procesos contaminantes como la refrigeración, empaque y transporte.
Otros criterios a tomar en cuenta para el consumo responsable de especies marinas es el estado de las poblaciones y el tipo de captura. Lo recomendable es comprar pescados y mariscos provenientes de una población con potencial de desarrollo, donde existe la posibilidad de aumentar las capturas de manera precautoria y controlada o de un área con el máximo aprovechamiento permisible, en el cual la pesca es óptima pero ya no se puede aumentar la captura sin generar sobreexplotación.
Respecto al modo de captura, la más respetuosa con el ecosistema es la selectiva, en la que únicamente es capturada la especie objetivo. Mientras que la más invasiva es la no selectiva, en la que se capturan diferentes especies y tamaños que no son el objetivo, por lo que pueden dañar animales como los delfines, tortugas y aves.
Cabe mencionar que en el país hay más de 650 especies de pescados y mariscos comerciales. Sin embargo, aún se llevan a cabo prácticas ilegales como la pesca de especies en peligro de extinción o durante la temporada de veda. Recientemente, México y EEUU firmaron acuerdos para combatir la pesca ilegal y proteger los ecosistemas marinos. Esto derivado de la necesidad de proteger los ecosistemas marinos que están amenazados por la pesca ilegal y la contaminación plástica.
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