El próximo domingo 17 de abril se tiene previsto celebrar en la Cámara de Diputados la sesión en el Pleno para discutir y votar la iniciativa de Reforma Eléctrica enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que se pretende que el Estado recupere la rectoría sobre el mercado de la electricidad y la explotación del litio, pero para lograr ese objetivo es necesario el voto favorable de dos terceras partes de los legisladores presentes en la jornada dominical.
La sesión originalmente programada para el pasado martes 12 de abril se pospuso de manera sorpresiva por el presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, luego que la oposición manifestó públicamente que votaría en contra.
Apenas este miércoles el diputado del Partido Revolucionario Institucional, Carlos Miguel Aysa, adelantó que contrario a sus compañeros de partido, votaría a favor de la inciativa impulsada por Morena, partido que celebró su decisión.
La alianza de Morena cuenta con 277 legisladores, por los que necesitaría el voto favorable de 57 diputadas o diputados de otros partidos para lograr los 334 que representan las dos terceras partes del total de la Cámara baja (500 curules), o que en su caso se abstengan de votar o no participen en la sesión para así darle el triunfo matemático a la inciativa enviada por la Presidencia d ela República.
Para lograr la aprobación de esta reforma Constitucional, Morena requiere lograr el voto favorable de dos terceras partes de los legisladores presentes en la sesión del pleno, lo que implica que necesita el apoyo de unos 57 legisladores de los partidos de oposición o bien, que el quórum sea muy bajo para así aprovechar su calidad de primera fuerza.
De acuerdo con la normativa del Congreso, el quórum mínimo en la Cámara de Diputados es de 251 miembros, con lo que se consideraría legal la apertura de sesión y lo que en ella se resuelva. Por este motivo, PAN, PRI, PRD y MC presionaron el martes pasado al morenista Sergio Gutiérrez Luna para acordar que no se convocaria a una sesión sorpresa antes del domingo.
Esto obedece a que Morena junto con sus aliados PVEM y PT suman 277 curules, número suficiente para establecer quórum y abrir una sesión.
En el hipotético caso de que no obtuviera de aquí al domingo el voto de otras fracciones, para Morena resultaría conveniente que la sesión del próximo 17 de abril se llevará a cabo con la ausencia de 84 miembros de los partidos de oposición, así, con una votación entre 416 legisladores, los 278 votos que ya tiene asegurados serían suficientes para aprobar el dictamen de reforma y turnarlo a la Cámara de Senadores.
Esta situación parece ser una de las claves para que el partido del presidente López Obrador consiga sacar adelante su inciativa, pues es usual que en San Lázaro las votaciones ocurran hasta con 70 ausencias. Por ejemplo, la plenaria presencial que se realizó el 1 de febrero únicamente estuvieron 433 miembros de la cámara baja. Esto no es muy lejano para el escenario del próximo fin de semana, si se tiene en cuenta que estamos en vacaciones de Semana Santa.
El 6 de abril de 2022, en una de las últimas votaciones registradas en el Pleno, en la que se reformó la fracción X del artículo 20 de la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, esta se llevó a cabo con 24 legisladores ausentes.
Las dirigencias de partidos como PAN, PRI, PRD y MC han manifestado claramente a sus bancadas que resultará crucial no solo mantener la cohesión en el sentido del voto negativo a esta reforma, sino que además deberán llegar puntuales al recinto legislativo y mantenerse presentes a la hora de la votación para impedir que Morena obtenga una ventaja matemática con las ausencias.
En semanas anteriores, el titular del ejecutivo animó a las diputadas y diputados de los partidos de oposición a rebelarse contra sus dirigentes y apoyar su proyecto de ley, bajo el argumento de que eso los convertirá en verdaderos representantes del pueblo.
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