Tal parece que la estrategia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador de incrementar la vigilancia sobre los importadores de combustibles para eliminar la internación ilegal del producto no está funcionando como se esperaba.
Según un informe publicado este martes por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), al menos el 47% de las gasolinas que se importaron en el país durante el año pasado fue de contrabando. La importación ilegal de las gasolinas, diésel y condensados de gas ha alcanzado una nueva cifra récord en los últimos años.
El órgano fiscalizador estima en 102 millones de barriles el contrabando de combustibles y otros petrolíferos durante el año pasado, un aumento de 122% en comparación con 2018, cuando la cifra reportada fue de 45.8 millones de barriles.
El gobierno federal se ha puesto como una de sus principales metas la de reducir las importaciones ilegales de combustibles, conocida coloquialmente como ‘huachicol fiscal’, que se da bajo la mecánica de internar el producto al país bajo otras partidas arancelarias y así evitar pagar los impuestos que se fijan a las gasolinas y el resto de los productos del tipo. Quienes importan de manera ilegal los combustibles suelen declararlos como “lubricantes”, lo que evita el pago del Impuesto Especial sobre la Renta (IEPS).
“Desde 2020 se ha observado un incremento en las importaciones de lubricantes, sin que exista algún sustento en la actividad económica. Estos productos no están sujetos al pago de IEPS, por lo que son usados como medio de evasión para introducir hidrocarburos a través de las aduanas terrestres”, dice el SAT en el documento.
Desde principios del 2021, la Secretaría de Energía, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el SAT iniciaron un proceso de verificaciones periódicas a las terminales de almacenamiento, de importación, de trasvase y a otros puntos de la cadena logística para supervisar los procedimientos de internación de gasolina, en búsqueda de irregularidades relacionadas con la importación ilegal de los combustibles.
También ha endurecido las reglas de comercio exterior, que incluye la eliminación de algunos puntos de importación de gasolinas. Entre otras cosas, limita la participación de compañías privadas en la internación de hidrocarburos, petrolíferos y biocombustibles en lugares distintos a los autorizados, como aduanas o recintos fiscalizados.
Conforme a las nuevas reglas, solo las dos empresas estatales –Pemex y CFE– y todas sus subsidiarias podrán ser autorizadas para internar estas mercancías a través de estos sitios, que son utilizados cuando las mercancías no pueden entrar al país por su naturaleza o volumen y que involucra una menor vigilancia de lo importado.
El SAT dice que resultado de la importación ilegal de combustibles la recaudación del IEPS ha disminuido 58 mil 078 millones de pesos en 2021 respecto a un año antes.
El informe relata que la introducción ilegal de combustibles se ha modificado y ahora se da principalmente vía terrestre, a través de pipas y carrotanques. Esto después de que cambiaran los mandos en las aduanas marítimas y eso contuviera la internación mediante las aduanas marítimas.
De acuerdo con información oficial, la hacienda pública pierde anualmente 12,000 millones de pesos en ingresos tributarios derivados del impago de los impuestos relacionados con la actividad.
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