Durante semana santa se llevará a cabo la tradicional Feria Nacional de la Nieve Santiago Tulyehualco en la alcaldía de Xochimilco, informó a través de sus redes sociales.
La feria lleva celebrándose desde hace 135 años, aunque, de acuerdo al sitio de internet de la Feria nacional de la Nieve, la tradición nevera se remonta a la época colonial en 1529, cuando el evangelizador Fray Martín de Valencia, instituyó la Feria de las Nieves en dicho año, según señala la página de la Ciudad de México. Y a pesar de que fue cancelada en el 2020 por la contingencia de COVID-19, vuelve a estar disponible este año.
La producción de nieve tiene sus antecedentes en la época prehispánica, donde los corredores mexicas extraían bloques de hielo de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl. Aunque este producto tenía cierta connotación religiosa, por lo que solo era consumido por sacerdotes y grandes señores.
En la nieve recolectada, se utilizaban sacos de pieles en donde era puesta y cubierta con fibras de ixtle para mantenerlo frío. Después era molida y mezclada con jarabes dulces como el de maguey, tuna o maíz.
Aparte de la recolección de nieve en las montañas, se obtenía del granizo o bien se utilizaba agua que era congelada en lugares fríos como se hacía en Michoacán.
Desde entonces, los pobladores de Santiago Tulyehualco han continuado con la celebración, quienes “han preservado y heredado sus técnicas artesanales y 100% naturales para la producción de nieve”, de acuerdo con el sitio de la Ciudad.
Por su parte, la página de la Alcaldía de Xochimilco menciona que la Feria evolucionó y fue retomada en 1885 por las familias del lugar, los cuales siguieron con la tradición nevera.
De acuerdo con una imagen de compartida por la alcaldía, la feria se llevará a cabo a partir del 9 de abril hasta el 18 en Tulyehualco y la entrada será libre para todo público.
¡Pero que es la nieve sin buena compañía! También señalaron que habrán diferentes eventos que amenizarán la degustación de las nieves de tequila, mamey y vibora de cascabel.
En ella se podrá degustar nieves a base de agua y de leche de todo tipo de sabores. Desde los más comunes como el limón, fresa, chocolate, hasta los más exóticos, como el de mole, camarón, jitomate o nopal.
Durante la época virreinal en México, la producción de nieve se llevó a acabo por parte de los monopolios del gobierno de la Nueva España conocidos como estancos o estanquillos, los cuales duraron hasta la salida de Antonio López de Santa Anna del gobierno en 1854.
Los españoles contrataban a pueblos de indígenas que habitaban cerca de las montañas para que estos retiraran los bloques de hielo. Estos eran recolectados con barretas y envueltos trapos y con sal para evitar que se derritieran.
Para 1596 las nieves y los helados eran ya bastante consumidos aunque únicamente por la aristocracia española y criolla por sus altos costos. También los conventos se sumarían a la producción para los 1600.
Claro está que los altos precios y la exclusividad de la adquisición no impidieron que las nieves fueran consumidas por las clases de bajos recursos. Ante esta curiosidad, surgieron los “funcioneros” o vendedores clandestinos de nieve.
Tras la eliminación del estanco de la nieve, los neveros siguieron adelante hasta nuestros días, regalándonos sabores refrescantes en tiempos de calor.
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