La respuesta que el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), emitió al Parlamento Europeo continúa generando dimes y diretes entre los bandos que los apoyan y los que no; siendo un nuevo capítulo el protagonizado por Epigmenio Ibarra contra el exmandatario, Felipe Calderón Hinojosa.
Esto, luego que el pasado 12 de marzo, el político del Partido Acción Nacional (PAN) señalara al productor mexicano de reproducir el discurso “incongruente e hipócrita” de la administración, debido a la postura que Ibarra habría demostrado en 2015 cuando solicitó al órgano europeo intervenir en el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
En aquella ocasión, y a través de diversos tweets, Ibarra pidió a sus seguidores presionar al parlamento para recibir al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) Ayotzinapa y evitar el carpetazo del caso: “No cedan a presiones del gobierno mexicano (...) desatemos tormenta twittera”, se leía en algunas de las publicaciones.
Dicho antecedente le valió de una ola de ácidas críticas y arremetidas, tras expresar apoyo la reciente postura del Gobierno mexicano en la cual acusaban de injerencistas y “borregos” a las y los eurodiputados.
Bajo ese tenor fue que Felipe Calderón se expresó acusando, además, a Epigmenio de “recibir dinero simulado en créditos”: “Incongruencia e hipocresía es la marca de la casa. Y todavía le perdonan impuestos y le regalan dinero simulado en créditos a Pigmenio”, publicó.
Ante ello, el fundador de Argos Comunicación negó las acusaciones de desvío fiscal, diciéndose seguro de no mentir en sus declaraciones, así como en las acusaciones que continuamente lanza contra el panista por “tener las manos manchadas de sangre” - en referencia al alza de violencia registrada en su sexenio.
“A diferencia de usted, Felipe Calderón, que tiene que recurrir al insulto y a la mentira (aprenda a leer los reportes del SAT) yo no le pongo apodos y tampoco miento cuando digo, una vez más, que tiene las manos manchadas de sangre y los bolsillos llenos de dinero del pueblo”.
La controversia de la respuesta del Gobierno Federal surgió tras la petición del Parlamento Europeo de exigir urgentemente frenar la violencia contra periodistas y activistas, esto luego de señalar a México como el lugar más peligroso del mundo para ejercer dichas actividades.
“México es desde hace mucho tiempo el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra”, expresó durante la sesión del pasado 10 de marzo, en la cual también se evidenció la preocupación por las “duras y sistemáticas críticas” emitidas de las autoridades mexicanas a la prensa:
“Alude, en concreto, a la retórica populista del presidente López Obrador en sus conferencias de prensa diarias para denigrar e intimidar periodistas independientes, propietarios de medios de comunicación y activistas”.
Es así que el Gobierno de México, a través de un polémico comunicado de Presidencia, arremetió contra el órgano al lamentar que los funcionarios “se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación”.
De esa manera, prosiguieron a negar la represión mencionada y asegurar el respeto a la libertad de expresión y trabajo de los periodistas: “Se están haciendo valer los principio de igualdad y democracia”.
“Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones. Ustedes no son el gobierno mundial”.
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