La Ciudad de México colinda únicamente con dos estados: al sur, con Morelos, y al norte, este y oeste, con el Estado de México. Este miércoles, el Edomex cumple 198 años de su fundación, pues justo un 2 de marzo de 1824 cuando comenzó la existencia del estado.
En 1821 concluyó la independencia del país, y tras ellos, comenzó a pensarse qué tipo de país sería México, sin una República Centralista o una República Federal. En la primera, todo el poder recaía en el Gobierno Nacional, los estados se llaman departamentos y no son libres, además de que los gobernadores son elegidos por el presidente. O sea, todo depende del centro. En cambio, la República Federal es la reunión de las entidades que forman al país, pero que no dependen del centro, y son estados libres y soberanos.
Esta decisión debía tomarla el Congreso Constituyente, el cual se formó en 1822, con diputados de todo el país. Sin embargo, ese mismo año, Agustín de Iturbide se proclamó emperador de México, y disolvió el Congreso. Poco tiempo duró el Imperio, pues un año después, entre septiembre y octubre de 1823, se volvió a reunir el Congreso Constituyente para tomar la decisión de qué clase de República sería México. Al final se determinó que fuera una República Federal, con el nombre de Estados Unidos Mexicanos.
El 30 de enero de 1824 se publicó el acta constitutiva, determinando que serían 16 los estados que conformarían al país. Uno de ellos sería el Estado de México, con el territorio que tenía la intendencia colonia.
Como eran Estados libres, cada uno de ellos debía elegir su propio Congreso Constituyente local, para que se formulara la Constitución también local de cada entidad federativa y ratificara, o sea, aprobara en definitiva si esa entidad estaba dispuesta a formar parte de la República.
En diciembre de 1823, el Congreso Nacional aprobó el artículo constitutivo en el que declaraba al Estado de México como una de las entidades de la Federación. El dos de marzo de 1824 se instalo, con una gran ceremonia, la Legislatura Constituyente del Estado de México, acompañada de un Te Deum en la Catedral y salvas de artillería.
Este primer Congreso, que estaba integrado por 21 diputados propietarios y siete suplentes, realizó su primera sesión el mismo 2 de marzo, de ahí que esta fecha se reconozca oficialmente como el Día de la Erección del Estado de México, en virtud de su carácter jurídico. Para que se llevaran a cabo todas estas acciones, desde octubre de 1823 se había designado como Gobernador provisional al General Melchor Múzquiz, quien gobernó con base en la Constitución también de tipo provisorio.
Sobre estas bases, el 2 de marzo se hizo también la elección de gobernador y se designó a Manuel Gómez Pedraza, y como su segundo al mismo General Múzquiz. Sin embargo, Gómez Pedraza declinó a gobernar, aún antes de presentar el cargo, por lo que, en automático, quedó como Gobernador Constitucional el General Múzquiz.
El Estado de México era para ese entonces el más importante de las 19 entidades que conformaban la República. Abarcaba una superficie aproximada de 100 mil km cuadrados, comprendiendo, además del territorio actual, los de Hidalgo, Morelos, la Ciudad de México, y la mayor parte de Guerrero. Situado en el centro del país, cruce de infinidad de rutas y la región más poblada, contaba con una población de un millón 300 mil personas, lo que significaba el 21% del total de la población del país. Además, al poseer la Ciudad de México, tenía asegurados fuertes ingresos.
Sin embargo, este último punto sería referente de problemas. El federalismo tendió a restar poder al Estado de México, al cual se le obligó a proporcionar una contribución elevada a la Federación, y se le expropió la Ciudad de México, punto ejecutado el 11 de abril de 1826.
La capital natural del Estado de México era la Ciudad de México, por ello, Múzquiz estableció sus oficinas en el edificio que había sido de la Inquisición y después, la Escuela de Medicina.
Sin embargo, dentro del Congreso Constituyente comenzaron a cuestionarse el por qué una ciudad como la de México, que había sido levantada con el esfuerzo de toda la nación, fuera capital de un solo estado. Se alegaba que de por sí el estado ya tenía mucho territorio, por lo que al agregarle la Ciudad de México, ya le daba demasiado poder.
El 18 de noviembre de 1824, el Congreso Nacional decretó que la Ciudad de México fuera la sede de los poderes federales y ordenó al General Múzquiz que eligiera para capital del Estado a cualquier otra ciudad. Primero se eligió a Texcoco, sin embargo, esa población no tenía lo necesario para ser capital, así que solo lo fue por cuatro meses.
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