Maximiliano de Habsburgo: cuál fue el valioso regalo que le dio el emperador a los soldados que lo ejecutaron

Antes de morir fusilado, el emperador sacó algunos objetos que obsequió al pelotón que estaba a punto de fusilarlo y les pidió que le dispararan en el pecho

Guardar

Nuevo

De acuerdo con la historia oficial, el 19 de junio de 1867, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro (Foto: AGN)
De acuerdo con la historia oficial, el 19 de junio de 1867, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro (Foto: AGN)

A lo largo de la historia de México han habido sucesos que han sido duros. Uno de ellos fue el que desembocó la segunda intervención francesa, luego de que el expresidente Benito Juárez cancelara el pago de la deuda externa a España, Francia e Inglaterra, en el siglo XIX.

Los países europeos, al enterarse que se había cancelado el pago de su deuda, planearon atacar al país, por lo que Juárez tuvo que retractarse. España e Inglaterra aceptaron ya no atacar a México, sin embargo, Francia ahí vio una oportunidad de expansionismo, por lo que invadió al país. Resultado de eso, fue el segundo Imperio de México. A cargo de este, estuvo el emperador Maximiliano de Habsburgo, junto con su esposa Carlota de Bélgica.

El imperio de Maximiliano y su esposa no duró mucho tiempo, pues solo fue de 1863 a 1867. Para algunos, esta etapa fue buena para el país, pues a pesar de que Maximiliano era extranjero, algunas de sus acciones eran tomadas como buenas. Sin embargo, para otros fue mala su llegada, pues a pesar de sus buenas intenciones, no dejan de verlo como una invasión extranjera. El emperador fue un personaje controvertido que por un lado amó al territorio, pero por otro, jamás se quitó la sombra de la imposición del poder europeo, la cual había dejado una huella sensible en la identidad mexicana desde la llegada de otro europeo que cambió para siempre al país, Hernán Cortés.

Maximiliano llegó a México por la invitación de un grupo de conservadores que fueron de corte en corte con la finalidad de encontrar un miembro de la nobleza europea para que gobernara esta tierra, este proyecto viene desde Antonio López de Santa Anna y gracias al apoyo de Napoleón III, para evitar la expansión norteamericana.

Maximiliano fue emperador de México de 1863 a 1867. Foto: Mediateca/INAH
Maximiliano fue emperador de México de 1863 a 1867. Foto: Mediateca/INAH

La pareja estaba acostumbrada a los lujos y las comodidades, pues anteriormente habían habitado el Castillo de Miramar, en Italia, una espectacular edificación cuyos enormes ventanales daban una impresionante vista hacia el hermoso Mar Adriático (de ahí su nombre). A este palacio fue a donde llegó el grupo de conservadores mexicanos, para ofrecerle a Maximiliano la corona, convenciéndolo de que la población lo quería en el poder al lado de su esposa Carlota. Fue por ello que se convencieron y viajaron hacia México, y el 14 de abril de 1864 partieron de puerto de Trieste, en Italia, en medio de una emotiva despedida.

A su llegada al puerto de Veracruz, el 28 de mayo, los nobles de la casa de Habsburgo no fueron recibidos como esperaban, y enviaron de avanzada a su comitiva, en la que se encontraba su jardinero Wilhen Knechtel. Cuando él llegó al Palacio Imperial, ahora conocido como Palacio Nacional, notó que este no estaba listo para recibir a los emperadores Maximiliano y Carlota, pues tenía bastantes desperfectos que eran notorios a simple vista: techos, pisos y ventanas, necesitaban, de manera urgente, reparaciones.

Por esto la pareja decidió cambiar de residencia, y mudarse a vivir al hermoso Castillo que coronaba el Cerro del Chapulín, lo que hoy se conoce como el Castillo de Chapultepec, el cual había sido construido entre 1785 y 1787 por el Virrey Bernardo Gálvez, un lugar que, por cierto, también tuvo que repararse y redecorarse para que en él se instalaran los nuevos emperadores, además de que fue rebautizado como Miravalle, en contraposición con su residencia en Triste, en donde se miraba el mar.

La pareja viviría ahí hasta el día en que tendrían que abandonar el lugar por la persecución contra ellos, luego de que Benito Juárez retomara el poder. El 19 de junio de 1867 Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, al lado de los Generales Conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía, lo que marcó el fin del Segundo Imperio Mexicano.

Maximiliano de Habsburgo murió fusilado en el Cerro de las campanas. Foto: Mediateca/INAH
Maximiliano de Habsburgo murió fusilado en el Cerro de las campanas. Foto: Mediateca/INAH

Se cuenta que antes de ser fusilado, Maximiliano sacó de su bolso un puñado de monedas de oro que repartió entre los soldados del pelotón, así mismo, les pidió que le apuntaran al pecho y cedió su lugar al centro al general Miramón, situándose a la izquierda de éste. Antes de que fuera fusilado, exclamó: “Voy a morir por una causa justa, la independencia y la libertad de México. Que mi sangre selle las desgracias de mi nueva patria, ¡Viva México!”. Luego de esto, Maximiliano y sus dos generales fueron fusilados.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar

Nuevo