“Se necesitan niñas científicas que tomen control de su futuro”, declararon investigadoras de la UNAM

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, científicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expresaron su preocupación respecto a los “retos sociales y estructurales que frenan la participación de niñas y adolescentes” para incursionar en el mundo del conocimiento.

Las acciones se hacen necesarias si se toma en cuenta que, de acuerdo con un reporte de la UNESCO, menos del 30 por ciento de los investigadores científicos en el mundo son mujeres, situación que es un indicador de que aún hay cuestiones sociales, culturales, políticas y económicas que se deben trabajar para incentivar la presencia del género femenino en estos campos de aprendizaje.

Asimismo, a inicios de este año se dio a conocer un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad que remarca que la participación de este sector “es especialmente baja en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas”.

Ante este panorama, la investigadora Julieta Fierro Gossman, ganadora del Premio Kalinga, considerado el Nobel de la divulgación científica, declaró que: “Las mujeres necesitamos oportunidades de desarrollo y que en la nueva Ley de Ciencia y Tecnología no solo esté el desdoblamiento del lenguaje -las investigadoras y los investigadores- necesitamos acciones concretas para que las chicas puedan estudiar, ser mamás y disfrutar de la vida, como merecemos todos”.

También se recalcó que aunque han habido grandes avances y mejoras en la educación de las niñas y de las jóvenes, actualmente sigue habiendo muchas dificultades en torno al desarrollo profesional de las mujeres. Respecto a esta cuestión, la especialista del Instituto de Ingeniería, Ruth Cerezo Mota destacó: “tradicionalmente se desmotiva a las menores de edad a cursar carreras científicas porque se considera que su rol es estar en casa y cuidar de los hijos; al contrario, se les debe encauzar a lograr sus sueños”.

No obstante, no se dejó de lado que en la actualidad hay muchas adolescentes que esperan ser mamás y convertirse en grandes profesionistas, sin embargo, para que esto sea un “sueño posible” es necesario incentivar acciones que faciliten que una mujer pueda estudiar, trabajar y atender sus asuntos personales.

Si se quiere promover y alentar el papel de la presencia femenina, se debe considerar que para ser científica se necesita hacer una licenciatura, cursar un posgrado y/o trabajar en publicaciones. Por tal motivo, Fierro Gossman, miembro del Instituto de Astronomía de la UNAM, argumentó que es imprescindible construir “guarderías cerca de los institutos de trabajo o (brindar) servicios próximos a los centros de investigación.

Otro de los múltiples factores que provocan la ausencia de las mujeres en los espacios académicos tiene que ver con cómo se enseña la ciencia, puesto que la investigadora del Instituto de Matemáticas, Paloma Zubieta, indica que parte de la problemática se debe a que normalmente “se recuerdan nombres de grandes científicos, pero en pocas ocasiones se rememoran los aportes de la mujer en la ciencia, como Hedy Lamarr quien creó un sistema de comunicación el cual posteriormente llevó al desarrollo del wifi, bluetooth y GPS”.

Además, Valeria Souza Saldívar, la especialista del Instituto de Ecología, expresó que parte de la solución es incentivar el trabajo de las colegas que se encuentran en el ámbito científico, y sobre todo ”empoderar a las niñas y darles las herramientas para tomar mejores decisiones de vida el día de mañana, pues [...] se necesitan niñas científicas que tomen control de su futuro y enseñen a todos a que la ciencia es lo que puede salvar al mundo”.

Aunque tal y como lo enfatizó Mariana Benítez Keinrad, del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad, los esfuerzos para cambiar la situación de la realidad científica van más allá de decirles “sí puedes” porque “se necesita generar las condiciones sociales para que continúen sus estudios”.

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