El Instituto Nacional de Migración (INM), junto con la Policía Civil y el Heroico Cuerpo de Bomberos de Coahuila, pudo rescatar a seis menores de edad, originarios de Honduras, de ahogarse en las aguas del Río Bravo, mismas que se encuentran a temperaturas bajas por la temporada invernal que terminará el 21 de marzo.
La migración a Estados Unidos (EE.UU) es un fenómeno que se ha mantenido de manera histórica en México, pues los más de 3 mil 100 kilómetros de frontera que comparten ambas naciones propicia que no sólo los mexicanos, sino múltiples habitantes de Centro, Sudamérica y del Caribe, atraviesan territorio azteca para buscar el llamado “sueño americano”.
Con la llegada del COVID-19 a México, en febrero del 2020, el fenómeno migratorio se redujo significativamente; sin embargo, con la baja en la letalidad del virus, poco a poco la incidencia de personas en situación de movilidad se ha reiterado, destacando los casos de ciudadanos originarios del triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), quienes ingresan por el Río Suchiate, en Chiapas, y recorren miles de kilómetros para llegar a EE.UU.
Junto con esto, también se manifestó el arribo de menores sin compañía, mismos que esperan llegar a territorio estadounidense para mejorar sus condiciones materiales de vida; no obstante, su condición de vulnerabilidad los expone a diversas penurias que se pueden registrar en territorio mexicano.
De acuerdo con el grupo Beta Piedras Negras del INM, el lunes 7 de febrero, los elementos de las instituciones mencionadas, cerca de las 13:00 horas (tiempo local), pudo realizar las maniobras que salvaguardaron la integridad de los menores quienes, tras ser rescatados, fueron trasladados en ambulancia al Hospital General Dr. Salvador Chavarría Sánchez, en donde recibieron atención por hipotermia.
La información oficial señala que los jóvenes tenían la edad de cinco, siete, 10, 11, 14 y 15 años. Asimismo, señala que tres mujeres adultas arribaron al nosocomio para posteriormente identificarse y acreditar que son las madres de los chicos. Ahí mismo aclararon la situación migratoria de los hondureños, quienes demostraron la documentación que comprueba su estancia como regular en México.
Finalmente, y después de verificar la autenticidad y vigencia de la documentación, solicitaron el apoyo del INM para que, a través de Grupo Beta, fueran trasladados como núcleo familiar a las oficinas del Puente Internacional 2, en la misma ciudad de Piedras Negras, donde se retiraron por su propio pie.
Actualmente, la región vive un flujo migratorio récord hacia EE.UU, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1.7 millones de indocumentados en la frontera con México en 2021. Por su cuenta, México deportó a más de 114 mil extranjeros en ese mismo periodo, mientras que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) recibió un récord de 131 mil 448 solicitudes de refugio.
Cabe destacar que el tránsito de personas indocumentadas en México resulta de sumo peligro para quienes intentan llegar a EEUU, pues en repetidas ocasiones han resultado ser víctimas de violaciones a sus derechos humanos a lo largo del recorrido y, al mismo tiempo, suelen ser objeto de diversos crímenes por parte de la delincuencia organizada.
Asimismo, el trayecto suele estar lleno de vejaciones, como el caso reportado recientemente por la Guardia Nacional (GN), en el que rescató a más de 300 personas en situación de movilidad que viajaban en condiciones infrahumanas dentro de un tráiler en Córdoba, Veracruz. Conforme al reporte oficial, 312 migrantes, originarios de Centro y Sudamérica eran trasladadas en condición de hacinamiento, sin ventilación, agua y alimentos, en la caja de un tráiler.
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