La palabra caguama, al igual que muchas otras, pertenece a la lista de vocablos que han cambiado totalmente su sentido original a causa del ingenio de la sociedad. Como es bien sabido, las y los mexicanos son grandes consumidores de la cerveza y por ese motivo, les gusta llamarla de distintas formas dependiendo de su presentación. Puede ser chela, fría, rubia, cheve, Graciela, morena o caguama.
La Real Academia Española (RAE) ofrece diversas definiciones de esta palabra. La primera explica que es el nombre de una especie de tortuga marina “de hasta 90 centímetros de longitud y 135 kilogramos de peso, con el caparazón acorazonado de color marrón rojizo y manchas de color marrón oscuro en las aletas y en la cabeza. Vive en los mares tropicales de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico y en el mar Mediterráneo”.
La segunda aclara que también se le puede llamar de esa forma al caparazón de estos reptiles. En una tercera definición se dice que en Cuba el vocablo se utiliza de manera coloquial para hablar de una “mujer gruesa y de estatura baja”. La cuarta explicación refiere a México, y se trata de “cierta cantidad de cerveza contenida en una botella de aproximadamente 1 litro”.
Una de las grandes incógnitas respecto al uso actual de “caguama” es: ¿cómo fue que pasó de significar tortuga a una botella grande de cerveza? La historia se remonta a la década de los sesenta, cuando una famosa compañía cervecera lanzó una nueva presentación de su producto.
El epicentro de este suceso fue Monterrey, Nuevo León, donde la empresa de esta bebida patentó un envase grande para que nadie se quedara con las ganas de más. Con el tiempo, la popularidad de este invento se extendió y tuvo gran éxito, pues las personas preferían adquirir una sola botella en lugar de varias chiquitas.
Posteriormente, se empezó a correr el rumor de que la compañía se había inspirado en el gran caparazón de las tortugas caretta o tortuga boba, conocidas también como caguama. Como en aquel entonces, esta tortuga era muy popular en el norte del territorio mexicano, el nombre no tardó en extenderse y en poco tiempo la palabra “caguama” fue adoptada para referirse a estas grandes cervezas.
Tal fue el éxito de este nuevo diseño que otras cerveceras decidieron crear la misma presentación para su venta y el producto comenzó a comercializarse como “caguama”. Desde entonces, cada vez que algún mexicano tiene la intención de comprar más de medio litro de cerveza, sabe que la opción idónea es la “caguama”.
Por otra parte, la RAE apunta que hay múltiples hipótesis que explican el origen de esta palabra. La primera refiere a que es una etimología que nació en la región del Caribe “en las lenguas de las Antillas o del Mar Caribe”. Por otro lado, también se dice que viene del maya ak-huakma, que a su vez está formada por ak “tortuga” y huakman “comprar a precio subido”. Asimismo, en el Glosario de voces indígenas de Venezuela de 1929, se establece que su origen se encuentra en la voz galibi kahuane.
Cabe señalar que la Real Academia dice que el término en cuestión se puede encontrar escrito con h “cahuama” o con g “caguama”, no obstante, la más común y más aceptada es la segunda.
Respecto al significado de la palabra, el Diccionario del Español de México del Colegio de México agrega dos definiciones, la primera es “tortuga marina de distintas especies que se caracteriza por su gran tamaño, pues llega a medir hasta más de 2 m de longitud; tiene el caparazón aplanado con bordes agudos y puede ser de color gris oscuro, café o verde olivo”.
La segunda es la que casi todas y todos conocen: “botella de cerveza de aproximadamente un litro de capacidad. Finalmente, es importante agregar que de esta palabra se ha derivado el verbo “caguamear” para referirse a la actividad de tomar caguamas en compañía de seres queridos.
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