Sin duda alguna, la caída de Tenochtitlan ha sido uno de los episodios más duros de toda la historia de México. Hernán Cortés, el conquistador español, llegó al territorio mexicano en 1519, luego de desobedecer las instrucciones del gobernador de Cuba Diego Velázquez, quien aunque al principio lo había nombrado como encargado de una expedición a México, después rectificó el nombramiento y le pidió no hacerla.
El español se encontró a quien en ese momento era el hombre más poderoso del imperio mexica, Moctezuma, el 8 de noviembre de 1519, y a partir de ahí iniciaría el proceso de conquista, poco a poco, hasta que la ciudad cayó, de manera definitiva, el 13 de agosto de 1521. Fueron varios los factores que provocaron la caída de Tenochtitlan, entre ellas, que los españoles estaban aliados con los pueblos indígenas a los que los mexicas tenían sometidos y obligaban a pagar tributo. También la llegada de la viruela, la cual provocó la muerte de muchos tenochcas, entre ellos, su tlatoani Cuitláhuac, hermano de Moctezuma Xocoyotzin.
Eduardo Matos Moctezuma es un arqueólogo mexicano. Es del Proyecto Templo Mayor en 1978, Fue director del Museo Nacional de Antropología de 1986 a 1987 y del Museo del Templo Mayor de 1987 al 2000. Obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2007 y la Universidad de Harvard lo distinguió con la Medalla Henry B. Nicholson en 2002 y en 2016 estableció una cátedra en su nombre.
El arqueólogo asegura que hubieron, al menos, cuatro posibles causas de la caída de Tenochtitlan y Tlatelolco, que fueron la psicológica, la cual mermó la fuerza mental de los mexicas, la económica, la militar y la sanitaria. Además de que es una mentira que la conquista la hubieran logrado unos 800 o mil españoles, pues esta se logró gracias a la ayuda de miles de indígenas, que se encontraban cansados de estar bajo el yugo mexica.
El también investigador señaló en una entrevista que la primera de las causas es la psicológica, pues en ese momento, en la mente de los mexicas estaban una serie de predicciones y extraños sucesos que se contaron, como que se observó una luz en el cielo e incendió uno o dos de los templos, o que las aguas de los lagos se embravecieron sin motivos, e incluso que por las noches aparecía una mujer gritando “ay mis hijos”, que es el origen de la leyenda de La Llorona.
Otro de los elemento que se narraban era que se había capturado un ave en el lago, y que fue llevada a Moctezuma. El ave tenía un espejo en la cabeza, en la cual, se contó, el tlatoani al asomarse vio que se aproximaba un ejército a Tenochtitlan, cuyos hombres tenían dos cabezas. Todo esto hizo que los mexicas se asustaran, pensando que era verdad lo que se contaba, y lo cual les provocó mucho pavor. Incluso Moctezuma estaba cabizbajo con los augurios, aseguró Matos Moctezuma.
En cambio, el bando español tenía una postura mental más fuerte, pues tenían ganas de conquistar para la corona española, sed de gloria, de obtener oro y de evangelizar.
La segunda causa es la económica. Antes de la llegada de los españoles, los mexicas sometían a los pueblos que tenían conquistados a dar tributos, por lo que el odio hacia el gran imperio era enorme. Ante la llegada de Cortés y los suyos, se le unieron varios de estos pueblos, que también eran amenazados por los mexicas. Esto muestra que no fueron 800 o mil españoles los que lograron la conquista, sino miles de contingentes indígenas que los apoyaron.
La tercer causa fue la militar, pues Cortés utilizó diversas estrategias, como cortar el agua potable que iba a Tenochtitlan y Tlatelolco, además de aislar a las ciudades para que no entrara alimento por las calzadas y mandar a construir bergantines para usarlos en el lago y controlar que no les llegara ningún tipo de provisión. Por esto, los mexicas carecían de alimento y agua.
Finalmente, la cuarta razón de la caída del imperio tenochca, según Matos Moctezuma, fue la de la salud. La peste de la viruela llegó a Tenochtitlan y Tlatelolco. Dicha enfermedad no solo mató a Cuitláhuac, su tlatoani, sino a miles de indígenas. Posiblemente la enfermedad fue traída a México por algún soldado de Pánfilo de Narváez, y provocó la disminución de la población mexica de manera notoria.
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