Tanto la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) como la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) mostraron su preocupación por la Reforma Eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pues señalaron que es una amenaza al medio ambiente, entre otros efectos adversos que podría provocar.
Sin embargo, este 25 de enero la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le respondió a estas dos organizaciones y aseguró que se trata de “detractores” que buscan generar propaganda negativa contra esta modificación en la legislación mexicana.
Por ello, aclaró que los acuerdos alcanzados por las autoridades en materia de energía no sólo generaron acuerdos con industrias eléctricas, también con otros sectores.
“Según ambos comunicados la reforma incumpliría acuerdos internacionales respecto de las energías limpias y esto impactaría negativamente en la competitividad de México. Las palabras de los detractores de la reforma son parte de una propaganda negativa y están cargadas de falsedad”, señaló la institución.
Asimismo, aseguró que estos opositores “siguen sin leer las noticias”, pues señaló que la CFE es el participante que, en 2021, inyectó más energía limpia a la red eléctrica, con el 55%, práctica que continuará “de manera sostenida y confiable”.
Posteriormente, afirmó que la reforma eléctrica también invita a los privados para que se sumen a este propósito “de forma estratégica, planeada y justa”.
Finalmente, la institución comandada por Manuel Bartlett señaló que esta propuesta de reforma no pretende desaparecer las energías limpias, sólo busca que la CFE lidere dicha transición para “establecer políticas públicas adecuadas a nuestro contexto”.
“México alcanzará las metas internacionales para generar energía limpia no sólo como un compromiso con organismos extranjeros sino fundamentalmente para ofrecer la luz más limpia posible a los precios más accesibles para los habitantes del país”, sentenció el comunicado firmado por Luis Bravo Navarro, coordinador de Comunicación Corporativa de la CFE.
De acuerdo con el posicionamiento de la Coparmex, emitido el pasado 24 de enero, la reforma eléctrica ha sido un tema de preocupación para expertos y organizaciones de la sociedad civil debido al deterioro ambiental que causaría su aprobación.
Por ello, mencionaron los compromisos internacionales que esta nueva ley violaría, como la violación a derechos humanos, la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo de París y el T-MEC.
“La reforma eléctrica revela plenamente el desinterés de esta administración por el medio ambiente, poniendo por encima de la salud y la ecología a las finanzas de PEMEX y la solución de problemas que generó como es la sobreproducción del combustóleo. La reforma apuesta por generar electricidad para la CFE quemando combustóleo y carbón, esto a todas luces es inaceptable cuando hay alternativas limpias, económicas y renovables que pueden ser aprovechadas y que México tiene en abundancia”, se lee en el boletín.
Por su parte, la AMIA reconoció que el sistema eléctrico de México y su marco normativo puedes mejorarse con la modificación de la legislación secundaria. No obstante, también se dijo preocupada por los efectos negativos que esta ley impulsada desde Palacio Nacional provocaría en la industria automotriz.
“La industria automotriz está interesada en contar con un Sistema Eléctrico Nacional transparente, eficiente, competitivo y progresivamente más sustentable. Estamos seguros de que todos los actores involucrados tienen el mismo interés de generar mejores condiciones para la inversión futura en México y los mexicanos. Por lo que creemos que se encontrará la manera de atender las áreas de oportunidad del sector eléctrico sin afectar otros sectores industriales”, expresó José Zozaya, presidente de la AMIA.
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