A pesar de que este viernes México registró otro nuevo récord de contagios de COVID-19 en las últimas 24 horas, con 44 mil 293 casos, el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, aseguró que tras dos años las autoridades ya aprendieron a vigilar y a construir acciones necesarias para combatir nuevas variantes del SARS-CoV-2, como Ómicron (b.1.1.529).

Al encabezar la primera reunión del año del Consejo Nacional de Salud para el Bienestar (Conasabi) que se realizó en modalidad virtual, Alcocer Varela dejó en claro su intención de no imponer restricciones específicas, ya que “ninguna limitación a la libertad o la violación de los derechos humanos fundamentales es excusa para enfrentar al virus”, pues señaló que las principales armas para mitigar Ómicron son “educación, prevención y promoción de la salud”.

Sin embargo, pidió a las autoridades sanitarias de los 32 estados del país mantener los planes de reconversión hospitalaria y apegarse a los lineamientos que emite la Secretaría de Salud, como el Semáforo epidemiológico.

Además, celebró que este 14 de octubre la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autorizó para uso de emergencia el medicamento Paxlovid, de la farmacéutica Pfizer, para atender pacientes adultos con COVID-19 leve o moderado y con riesgo de complicaciones.

Por su parte, el Dr. Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, mencionó que el proceso de reconversión hospitalaria se centrará en la ampliación de la capacidad en salas de urgencias y consulta externa, debido a que en general, la variante ómicron demanda un manejo clínico ambulatorio.

Y es que el llamado “zar del coronavirus” sostuvo que si bien Ómicron es más transmisible, “la proporción de casos graves es considerablemente más baja”.

Sobre la escasez de pruebas COVID-19, el director general de Promoción de la Salud, el Dr. Ricardo Cortés Alcalá, recomendó un “uso racional”, pues dijo que se debe privilegiar su aplicación en casos de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG), personas con comorbilidades, obesidad, diabetes e hipertensión descontroladas.

Aunque para los que ya se contagiaron en esta “cuarta ola”, Cortés Alcalá indicó que se redujo el tiempo de aislamiento a siete días, con el propósito de que las personas puedan retomar sus actividades habituales manteniendo medidas básicas de prevención. Esto porque al menos el 88% de la población adulta en México ya cuenta con esquema completo de vacunación.

A su vez, el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López Ridaura, dio a conocer los avances en la estrategia de refuerzos y modalidades de vacunación.

Hasta el momento, 54% de las personas adultas mayores cuenta con dosis de refuerzo, 45% de las personas trabajadoras del sector Salud y 45 por ciento del sector educativo.

Asimismo, han acudido a recibir la vacuna 57% de niñas, niños y adolescentes de 15 a 17 años y 34% de mujeres embarazadas.

Finalmente, el director de Prestaciones Económicas y Sociales del Seguro Social, el Dr. Mauricio Hernández Ávila, explicó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) protege a sus trabajadores con licencias médicas temporales por medio del Permiso COVID-19, que se expide exclusivamente por médicos o estomatólogos y da soporte legal para ausentarse del centro laboral, además de un subsidio económico correspondiente a 60% del salario cuando es enfermedad general a partir del cuarto día.

Detalló que con el relanzamiento del Permiso COVID, a la fecha se han expedido 15 mil 410 permisos que responden a la transmisión de la variante de ómicron. Se otorgan a través de un cuestionario o una prueba positiva, cuya vigencia es de siete días.

“Esta aplicación tiene por objeto facilitar que las personas se queden en casa, no salgan a hacer ningún trámite y puedan ausentarse justificadamente de su espacio laboral”, expresó.

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