Tamaulipas no descansa del yugo del crimen organizado. Varios tiroteos entre grupos criminales rivales se han desatado en las calles del municipio Miguel Alemán, al noroeste de la entidad. El saldo, según medios locales, es el aseguramiento de vehículos con blindaje artesanal también conocidos como camiones monstruo con las iniciales C.D.N (Cártel del Noreste).
La información, contada a cuentagotas por los medios del estado, aseguran que el choque habría ocurrido en los límites de Cerro Azul, en una de las brechas que conducen a la frontera chica.
La violencia se desplazó también al municipio de Reynosa (limítrofe con Estados Unidos), donde fue encontrado el cadáver de una persona en la colonia Los Almendros. El hallazgo ocurrió cuando personal de limpieza realizaba sus labores. Hasta el momento se desconoce la identidad de la persona, pues no se encontró documentación.
El pasado 5 de enero, circularon videos de tiroteos entre supuestos miembros de los cárteles del Golfo y Noreste (escisión de Los Zetas), que desde hace tiempo se disputan la región del norte.
Desde el 2010, cuando El Cártel del Golfo quedó muy debilitado con la ruptura de su brazo armado, Los Zetas, el sanguinario enfrentamiento entre los dos grupos por el control del territorio ha sido constante.
A pesar de quedar debilitado por la fragmentación, el Cártel del Golfo continuó dejando su sello en la entidad de una manera sangrienta, pero inconfundible: cortaban cabezas, las arrojaban en lugares públicos, grababan sus torturas y mutilaciones. Hacían desaparecer los cuerpos en ácido y se extendieron por el noreste, siempre atentos a la frontera con la Unión Americana, el mayor mercado de droga en el mundo.
Por su parte, el grupo criminal de la última letra ha destacado en al menos 13 entidades de México con remanentes que ascienden de tres a cinco, desde 2019 a 2021; además de tener presencia en Colombia y Estados Unidos.
Ante la reducción de estas organizaciones, ambas se han arraigado a la entidad cometiendo, en gran medida, ilícitos a nivel local como la extorsión, el narcomenudeo o secuestros.
La frontera chica es la franja de Tamaulipas colindante con Estados Unidos y se compone por las ciudades: Miguel Alemán, Mier, Camargo y Nueva Ciudad Guerrero. Se ubican entre dos ciudades con abundante actividad criminal: Reynosa y Nuevo Laredo.
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