Alejandra Cuevas: el caso que desafía a la Suprema Corte de México

Se trata de la sobrina política del fiscal Alejandro Gertz Manero, a quien él mismo acusa de la muerte de su hermano. Su defensa y –en el pasado– la misma justicia han establecido las irregularidades en la acusación. No obstante, la mujer lleva más de un año encarcelada

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Los hijos de Alejandra Cuevas, acusada por Alejandro Gertz Manero de la muerte de su hermano, encararon al ministro presidente de la SCJN, instancia que tiene así cargo resolver el caso

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido desafiada por uno de los miles de casos que en México claman por el respeto de los derechos humanos: el de Alejandra Cuevas (68 años, Ciudad de México). Acusada por el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, de la muerte de su hermano Federico, quien por casi medio siglo fue pareja sentimental de su madre Laura Morán, de 94 años de edad, esta mujer lleva más de un año encarcelada. Su defensa ha comprobado las irregularidades en su caso, mismo que tras rebotar de un lado a otro, hace un par de meses cayó en la Corte. Los hijos de Alejandra no habían tenido respuesta hasta este lunes que se hincaron ante el ministro presidente Arturo Zaldívar, a quien no le quedó de otra más que responderles.

“La decisión sobre el tema de los dos amparos en revisión están en la Suprema Corte, lo resolverá el Pleno con base en las constancias que haya en el expediente sin ninguna presión ni consideración distinta que sea el que se ajuste a derecho a la Constitución y al respeto a los derechos humanos”, sostuvo.

Desde finales de octubre de 2020, Alejandra Cuevas se encuentra encerrada en el penal de Santa Martha Acatitla acusada de homicidio por omisión de cuidados de Federico Gertz. Fue sentenciada con un auto de formal prisión, mismo que la Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México confirmó en febrero de 2021.

La sentencia refería a Alejandra como garante de Federico, es decir, quien estaba a cargo de sus cuidados. Pero la única que desempeñaba ese rol era su madre, Laura. El mismo Javier Coello Trejo, ex funcionario público y primer abogado de Gertz Manero en este caso, dijo a Infobae: “La señora que está en la cárcel (Alejandra Cuevas) no tiene nada que ver con el tema”, refiriendo que ella ni siquiera iba incluída en la primera demanda, la que él interpuso. “Él tiene su forma de procurar justicia con la que yo no estoy de acuerdo. Sí es vengativo, lo hemos visto”, abundaba el apodado “fiscal de hierro”.

Y así lo consideró, a mediados del pasado septiembre, la Juez Quinto de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, por lo que le otorgó un amparo que dejaba sin efecto la orden de aprehensión en contra de ella y de su madre. Pero antes de que acabara dicho mes, la Fiscalía General de la República (FGR), dirigida por Alejandro Gertz Manero, impugnó el amparo.

Los hijos de Alejandra Cuevas llevaron una carta a la SCJN (Cortesía)
Los hijos de Alejandra Cuevas llevaron una carta a la SCJN (Cortesía)

Entonces tres magistrados del Primer Tribunal Colegiado de Materia Penal del Primer Circuito de la Ciudad de México iban a decidir si el recurso procedía o no. A efectos prácticos, había una alta posibilidad de que Alejandra Cuevas recuperara entonces su libertad... hasta que en un giro inesperado, en su calidad de fiscal, Gertz Manero pidió que lo atrajera la Suprema Corte.

“Es improcedente”, reclamaba entonces su defensa y su familia. Argumentaban el artículo 40 de la Ley de Amparo que permite que la Corte atraiga un caso solo “cuando por su interés y trascendencia lo ameriten”, cosa que no pasa con el caso de Alejandra que es entre particulares, es decir, no hay un solo interés de la nación metido ahí.

Pero el ministro presidente recalcó, en respuesta a Ana Paula, Alonso y Gonzalo Castillo Cuevas –hijos de Alejandra–, que precisamente una de las razones por las que el caso de su madre fue enviado a la Corte es para preservar la objetividad de su resolución, “para que ninguna de las dos partes puedan alegar que se resolvió por influencia de nadie”.

Alejandra Cuevas junto a sus tres hijos (Foto: Cortesía familia Castillo)
Alejandra Cuevas junto a sus tres hijos (Foto: Cortesía familia Castillo)

Desde noviembre que el caso fue atraído por la SCJN, los hijos de la acusada se manifestaron, gritaron, suplicaron, incluso se encadenaron afuera de la Suprema Corte para obtener una respuesta sobre la situación de su madre. Pero no les decían nada. A mediados de diciembre, afuera del recinto, se hicieron escuchar con megáfono en mano por el mismo presidente López Obrador. Su personal “atendió” la queja y dijeron que le darían seguimiento... aunque, hasta ahora, no se volvieron a contactar con ellos.

La misma Alejandra, en una de la serie de manifestaciones y llamados que ha hecho desde prisión, envió una carta a cada uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia a quienes rogó “no volverse cómplices” de lo que ella ha denunciado como una “venganza personal” del fiscal Gertz Manero en su contra.

Carta enviada por Alejanda Cuevas a cada uno de los ministros de la SCJN (Cortesía)
Carta enviada por Alejanda Cuevas a cada uno de los ministros de la SCJN (Cortesía)

En una paradoja improvisada, consiguieron la respuesta que buscaban al encarar a Arturo Zaldívar en una conferencia en la que precisamente hablaba de los derechos humanos en el país. Para su sorpresa, él les dijo que no conocía el asunto, pero que sería resuelto de acuerdo a lo que haya en el expediente.

“Lamento mucho la situación que ustedes están padeciendo, pero no es responsabilidad de la Corte”, indicó, “este es un asunto que se ha venido tramitando en otras vías y precisamente lo que busca la Corte es dar claridad y certeza, más allá de cualquier influencia indebida, al asunto de su mamá y de su abuela”. Y hasta ahí les dijeron.

Los hermanos Castillo Cuevas al menos consiguieron algo: la (tan ansiada) respuesta del presidente de la Corte sobre el caso de su madre y el compromiso de que actuarán con estricto apego a los derechos humanos, palabras del mismo Arturo Zaldívar. Y el carácter público, ahora viral, de dichas declaraciones no dejan otro camino a la SCJN más que actuar en congruencia con lo prometido.

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