La justicia mexicana continúa estrechando el cerco sobre la familia Lozoya Austin. Este miércoles, Gilda Margarita Austin y Solís, madre del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, ha sido formalmente acusada de lavado de dinero y asociación delictuosa.
Como lo hiciera en 2019, la Fiscalía General de la República (FGR) sostiene que la mujer, de 72 años, recibió depósitos de su hijo por más de 7.4 millones de pesos desde una cuenta supuestamente relacionada con los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Por los señalamientos, la fiscalía ha solicitado una sentencia de 21 años de prisión para Austin y Solís.
Una de las trasacciones tuvo lugar el 26 de noviembre de 2012, cuando la empresa Tochos Holding Limited realizó un deposito a la cuenta de Austin por 2.4 millones de pesos, bajo el concepto “pago de impuestos y abogados”.
Tres años antes, Gilda registró un movimiento a su cuenta por 3.5 millones de pesos, los cuales no pudo comprobar, pues el monto no corresponde a sus ingresos como maestra privada.
En la trama de corrupción también estaría involucrada la esposa del ex director de Pemex, Marielle Helene Eckes, quien con el dinero del deposito habria adquirido el condominio Quinta Mar, en Ixtapa Zihuatanejo, por un valor de USD 1.9 millones.
La defensa de Austin y Solís se ha limitado a decir que su cliente no sabía de dónde procedía el dinero; además de incidir en que su nombre no ha aparecido en las acusaciones de los funcionarios de Odebrecht, quienes aseguran haber entregado sobornos millonarios a políticos mexicanos.
El 2 de noviembre de 2019, Gilda Margarita fue vinculada a proceso por los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa. Su proceso lo ha llevado bajo arraigo domiciliario.
La suerte tampoco le ha sonreído a su hijo, Emilio Lozoya, quien e enfrenta a una solicitud de condena de 39 años de prisión por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), al considerarle responsable de recibir sobornos millonarios de la constructora brasileña Odebrecht.
El escrito de acusación de la Fiscalía le fue entregado al juez Artemio Zúñiga Mendoza, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, donde se encuentra Lozoya, desde el pasado 3 de noviembre.
La Fiscalía relata que el funcionario es culpable de tres delitos: lavado de dinero, por el cual pide imponerle una pena de 15 años de prisión; cohecho, que le valdría 14 años en la cárcel y asociación delictuosa, 10 años.
La demanda de dicho órgano también contempla el pago de 5 mil 450 días de multa y el decomiso del condominio Quinta Mar.
Sobre Lozoya gravita la trama de corrupción de la empresa Odebrecht, que en los últimos años ha puesto en jaque a la clase política en varios países latinoamericanos.
La causa penal contra el ex funcionario detalla que Lozoya recibió sobornos por USD 6 millones de Odebrechet y lavó USD 1 millón 385 mil en el sistema financiero.
La FGR ha puesto sobre la mesa documentos financieros entregados por las autoridades de Brasil, EEUU, Suiza, Alemania y Liechtenstein que inculparían al ex titular, además de los testimonios de los altos mandos de Odebrecht.
Lo que sigue para Lozoya será convocar una audiencia intermedia en la que se debatirá la legalidad de las pruebas y si es posible considerarlas para un eventual juicio.
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