La “piel de gallina” es un fenómeno muy curioso que ocurre en el cuerpo de algunos seres vivos por distintos motivos. Es algo que no siempre se puede controlar y suele ser una reacción repentina que se experimenta cuando la gente se somete a emociones fuertes, se encuentra en un momento de estrés o cuando siente mucha adrenalina.
La ciencia, en particular la biología, la medicina e incluso la psicología son las disciplinas que se han encargado de ofrecer una respuesta que aclara el por qué ocurre esta “rareza” en la piel de diferentes especies, entre ellas la humana. Acá se explicarán todos los detalles.
El nombre adecuado para llamar a esta reacción es horripilación cutánea o piloerección, aunque también es muy frecuente escuchar que se le diga “piel chinita” o simplemente se exprese como “erizar la piel”. De acuerdo con un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se trata de una cuestión fisiológica e involuntaria que activa la contracción de los músculos erectores del vello y provoca que el aspecto de la piel cambie debido a que los poros se expanden y causan que se erice el “pelaje”.
El responsable de que esto ocurra es el sistema nervioso simpático, pues éste se encarga de regular la contracción de los músculos y la secreción de varias glándulas. Su función es hacer que el cuerpo humano accione frente a una situación que implica peligro. Normalmente ésta se activa cuando el sistema nervioso detecta que la persona se encuentra en una situación de conflicto o ansiedad y por lo tanto, debe huir.
Para facilitar la respuesta de la huida ante alguna cuestión externa y ajena, se aumenta la frecuencia cardiaca, se dilatan las pupilas, los vasos sanguíneos, los bronquios del pulmón y hay un aumento considerable en la presión arterial. El mensaje de una posible amenaza es detectado gracias a dos de los neurotransmisores más importantes del sistema simpático: la adrenalina y noradrenalina.
Cabe destacar, que este proceso se repite cada vez que el organismo siente cualquier estímulo intenso que altere la “normalidad” de las personas, aunque también puede ocurrir cuando se tenga la sensación de frío, porque el cuerpo detecta la presencia de algo “extraño” que afecta al cuerpo.
Por otro lado, el psicólogo Hugo Sánchez Castillo agrega que también se le conoce a esta sensación como “escalofríos” los cuales se genera principalmente por el estrés. Éste provoca que haya una “movilización de energía” en nuestro interior y da como resultado la famosa “piel de gallina”.
No obstante, apunta que esta reacción puede ocurrir aunque no estemos en una situación de peligro, ya que es común que la sensación se experimente cuando ocurren sucesos muy felices, inesperados o excitantes; por este motivo, el fenómeno se ve acompañado de una sensación de hormigueo que recorre toda la piel.
Como la sociedad es tan diversa, compleja y diferente, lo que le da miedo, nervios o estrés a alguien no será lo mismo que provoque estas reacciones a las demás personas, es por eso que es muy ambiguo especificar las acciones que originan la “piel chinita”.
La biología aclara que este estímulo ha acompañado al ser humano desde tiempos muy atrás y perdura en las generaciones actuales como un símbolo de la evolución.
Se argumenta que era una reacción que ocurría para elevar el calor corporal, pues como antes las personas tenían mucho más vello, el organismo hacía que esto ocurriera para mantenerlas más calientes, tal y como ocurre con los animales hoy en día.
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