Maximiliano de Habsburgo: la capilla que se levantó en honor del emperador en el Cerro de las Campanas, Querétaro

Maximiliano de Habsburgo fue fusilado el 19 de julio de 1867 al lado de los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía

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De acuerdo con la historia oficial, el 19 de junio de 1867, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro (Foto: AGN)
De acuerdo con la historia oficial, el 19 de junio de 1867, el Archiduque Maximiliano de Habsburgo fue fusilado en el Cerro de las Campanas, Querétaro (Foto: AGN)

En el Cerro de las Campanas, en pleno corazón de la ciudad de Querétaro, se encuentra una capilla que inmortaliza el recuerdo del fusilamiento de quien fuera el segundo emperador de México, Maximiliano de Habsburgo, quien a la hora de su fusilamiento estaba acompañado por los dos generales conservadores Tomás Mejía y Miguel Miramón.

Fue el 19 de junio de 1867 cuando en Querétaro se suscitó uno de los eventos que marcarían la historia del país, el fusilamiento de Maximiliano, con el cual se daría por terminado el segundo imperio de México. El primero de ellos fue el de Agustín de Iturbide, el cual duró de 1821 a 1823, luego de la consumación de la Independencia de México.

Años después de la muerte de Maximiliano, la cual fue ordenada por Benito Juárez García, su hermano el emperador de Austria, Francisco José de Habsburgo, solicitó la construcción de una capilla justo en el lugar en el que se había llevado a cabo el fusilamiento, el Cerro de las Campanas, con el propósito de recordar la muerte de su hermano. Hasta la fecha, en ese lugar se puede encontrar dicha capilla, la cual recibe a cientos de turistas que desean visitarla y recordar la historia.

Se cuenta que, luego del fusilamiento del emperador austriaco, pobladores aledaños al Cerro de las Campanas, quienes acudían a hacer días de campo o a recolectar quelites, también visitaban el lugar en el que Maximiliano había sido fusilado.

La capilla fue inaugurada en 1901. Foto: Wikipedia
La capilla fue inaugurada en 1901. Foto: Wikipedia

También, pobladores comenzaron a poner piedras y posteriormente una cruz en donde había caído muerto el emperador y sus generales. Posteriormente se puso una cerca. Tras esto, se hizo la capilla, la cual fue financiada por la familia de Maximiliano.

La edificación se concluyó en 1900, cuando se reanudó la relación entre Austria y México. Fue al arquitecto austriaco Maximiliano Mitzel, a quien se le encomendaron las labores de la obra. El 10 de abril de 1901 se inauguró la capilla del Cerro de las Campanas.

La arquitectura de la pequeña capilla es de estilo europeo y ecléctico vienés, que quiere decir que combina elementos de diversas épocas y estilos.

Antes de esta edificación, para recordar a los fusilados había un monumento muy sencillo en el lugar, con tres pilares de cantera, enmarcados con cuatro columnas y cadenas de hierros, que mandó a construir Rafael Olvera, militar de la Sierra Gorda y gobernador de Querétaro de 1883 a 1887.

Maximiliano fue ejecutado junto con dos generales conservadores: Tomás Mejía y Miguel Miramón. Fotos: Archivo General de la Nación México // Twitter @CasaHabsburgoMX
Maximiliano fue ejecutado junto con dos generales conservadores: Tomás Mejía y Miguel Miramón. Fotos: Archivo General de la Nación México // Twitter @CasaHabsburgoMX

Actualmente, dentro de la capilla dedicada a Maximiliano se puede ver una imagen de la Virgen María sosteniendo en sus brazos a Cristo.

Maximiliano de Habsburgo llegó a México en 1864. Su mandato duró tres años, hasta 1867. Antes de morir, Maximiliano, quien se encontraba en medio de sus dos generales, se despidió de ambos y cedió su lugar a Miramón, a quien le dijo: “general Miramón, los héroes y los valientes merecen un sitio de honor, y antes de que nos fusilen, le cedo mi lugar”.

Ya estando Maximiliano a la orilla, y Miramón en medio, se despidió de los soldados que lo fusilarían y les pidió que no le dispararan a la cara, sino del pecho para abajo. Antes del momento decisivo, Maximiliano le obsequió a cada uno de los ellos una moneda de oro de 20 pesos, que se acuñaron en la época del imperio, lo cual representaba mucho dinero.

El único de los tres ejecutados que murió de manera instantánea fue Miramón. Mejía y el emperador requirieron del tiro de gracia, en el corazón.

El imperio de Maximiliano duró de 1864 a 1867. Foto: INAH
El imperio de Maximiliano duró de 1864 a 1867. Foto: INAH

En la actualidad, los restos de Tomás Mejía descansan en el panteón de San Fernando, en la Ciudad de México. Él murió a los 45 años, y era originario de Pinal de Amoles, Querétaro. Miguel Miramón, quien era originario de la Ciudad de México, fue fusilado a los 35 años, y sus restos los llevó su esposa a la Catedral del Puebla.

Finalmente, los restos de Maximiliano se encuentran en la ciudad de Viena, en Austria, en el Convento Los Capuchinos. El emperador murió a los 34 años.

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