Luego de la fuga de nueve reos del penal de Tula, Hidalgo, hasta ahora suman 13 detenidos por los hechos registrados la madrugada del pasado miércoles 1 de diciembre.
La Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) confirmó que diez de los detenidos pertenecían al grupo armado que irrumpió en el Centro de Reincersión Social (Cereso) Tula para liberar a José Artemio Maldonado Mejía, alias el Michoacano, el R y/o Rabias, identificado como líder de Pueblos Unidos. Los otros tres reos detenidos fueron parte de los nueve que lograron escapar del penal: Ramón Farfán Sánchez, Juan Valentín Rangel Albor y Abel Millán Gaspar alias el Cucaracho.
La PGJH informó que todo el personal del centro penitenciario se encuentra bajo investigación. Diez de los detenidos ya fueron vinculados a proceso. En audiencias realizadas en Juzgados de Pachuca primero se vinculó a proceso dos menores y posteriormente a ocho adultos. Las autoridades judiciales decretaron tres meses de plazo para la investigación complementaria y la prisión preventiva como medida cautelar.
Respecto a los reos que continúan prófugos, el comisario de la Policía Estatal de Hidalgo, Uriel Moreno Castro, dijo que se mantendrán durante varios días “esta operación hasta que logremos el aseguramiento o se pueda establecer el paradero de estas personas. Es probable que no hayan alcanzado a salir todos del estado de Hidalgo, por eso es que mantenemos estos operativos de presencia y de vigilancia en los vehículos, vehículos de cargo porque no creo que sea para ellos muy fácil escabullirse de aquí”.
El procurador confirmó que aún no se ha logrado apresar al líder del grupo, identificado como José Artemio Maldonado Mejía, alias El Michoacano, quien fue uno de los nueve presos que huyó del Cereso tras la irrupción de un comando de unas 10 personas armadas, quienes con la ayuda de un camión de tres toneladas, que tenía soldada una chapa en su parte frontal, lograron tumbar un portón de la cárcel para facilitar la fuga.
En la operación se emplearon dos vehículos que se incendiaron para distraer a las fuerzas de seguridad mientras el comando armado ingresaba a la cárcel, y otra unidad donde se encontraron unos objetos que se presume podrían ser explosivos, precisó el procurador.
Habib Nicolás dijo que los nueve presos fugados eran procesados por los delitos de homicidio y secuestro. Uno de los detenidos ofreció un soborno de 9,000 pesos a los policías que lograron capturarlo, cantidad que presuntamente le fue pagada por conducir la camioneta en la que escaparon el Michoacano, su hermano Lucio Maldonado Mejía y 7 reos más. Previamente se le había dado seguimiento a través del Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5).
Ahora Marco “N” de 47 años enfrentará cargos por intentar sobornar a los policías mexiquenses, pues será acusado de encubrimiento por receptación y cohecho en la Fiscalía de Texcoco.
El Michoacano había sido detenido el pasado 26 de noviembre tras un operativo en el cual participaron corporaciones policiacas mexiquenses y elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) en Texcoco. Se le de secuestro y homicidio. La facción que comanda se dedica al robo de combustible, conocido como huachicoleo.
En Tula se ubica una gran refinería y el área está plagada de bandas armadas que roban combustible perforando los ductos.
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