La mañana del pasado jueves 18 de noviembre, los trabajadores que desde muy temprano habían salido de sus casas en el municipio de Cuauhtémoc, Zacatecas, se detuvieron para mirar y tomar fotos de la trágica escena que varios de ellos se toparon en el puente del Orito antes del amanecer.
“Parecía sacado de una película. No era posible que estuviera pasando en la realidad”, llegó a decir uno de ellos.
Nueve cadáveres, algunos de ellos semidesnudos, colgaban de cuerdas azules y amarillas en el puente de la carretera federal 45, en el municipio limítrofe con el estado de Aguascalientes. Algunos se hallaban atados por los pies. A todos los balanceaba el viento. Un décimo cuerpo se había vencido por su propio peso y yacía tendido sobre el asfalto. Todos eran “masculinos que oscilaban entre los 21 y 42 años”, según el reporte policial.
Cinco eran originarios de Ciudad Cuauhtémoc, tres del municipio de Zacatecas, uno de Guadalupe y otro de Ojocaliente. De acuerdo con el portal Aristegui Noticias, hasta el momento se desconoce si el hallazgo está relacionado con lo informado por el presidente municipal de Ciudad Cuauhtémoc, Francisco Javier Arcos Cruz, quien reveló a través de su cuenta de Facebook sobre la desaparición de varias personas en días pasados.
Y es que desde el 16 de noviembre, en Cuauhtémoc, un municipio de aproximadamente 13,466 habitantes, se escucharon rumores de que grupos criminales se estaban llevando gente. Los vecinos hablaban de 20 personas y había testimonios de que algunas de ellas un comando las había sacado de sus propios domicilios.
“Quiero pedirle a toda la población que si no tiene que salir en las noches, no salga, que se resguarde, que sean precavidos, que se cuiden, que cuiden a sus familias. No salgan de sus casas, no se expongan si no hay necesidad, salgan a hacer lo necesario: a trabajar, al mandado…”, fue el mensaje que el propio Francisco Javier Arcos mandó a los habitantes del municipio.
El mismo día que aparecieron los cuerpos colgados los elementos de seguridad del municipio ya no se presentaron a trabajar. Nueve de los 18 elementos que integraban el cuerpo policial del municipio de Loreto renunciaron, mientras que el resto aún continúa en funciones. Sin embargo, pidieron hasta final de mes para decidir si seguirán en sus puestos o se separarán. El propio Arcos tuvo que ir a tomar conocimiento al lugar de los hechos.
“Son las 9:06 estoy juntó a la Fiscalía del Estado, levantando las denuncias de parte de los familiares directos, de las personas desaparecidas. En todo el día no he dejado de trabajar y buscar que vinieran a atender a los afectados, aunque la responsabilidad era de los familiares directos el ir a levantar denuncia al MP. No tengo compañeros policías que me acompañen, estoy solo atendiendo el problema”, señaló.
Además de Monte Escobedo, Tepetongo, Aculco, Cañitas de Felipe Pescador, Villa Hidalgo y El Salvador, el municipio de Loreto se quedó también sin fuerza pública a raíz de que el lunes 15 de noviembre se viralizara un video (con fecha del día 10) subido en redes sociales donde fueron ‘levantados’ tres policías, incluyendo al director de Seguridad, Rafael Hernández, así como dos oficiales bajo su mando. Sus cuerpos fueron encontrados el domingo 14 al pie de la carretera federal 25.
En la grabación se observa a varios hombres encapuchados, portando armas largas y frente a una docena de camionetas, al tiempo que gritan: “¡Pura gente del Mayo!”, “¡Arriba el Mayo!”.
El día del secuestro del director de Seguridad de Loreto, tres cuerpos más aparecieron colgados en un puente peatonal de Fresnillo, sobre la carretera federal 23 (debido al peso, uno de ellos había caído al suelo). Un día antes, tres personas fueron colgadas en un árbol en la población de San Marcos, en Loreto. A su lado habían dejado un mensaje firmado por el Cártel de Sinaloa.
Reportes del gobierno federal indican que Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán, apodado El Sapo, y segundo de a bordo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), envió desde 2019 células operativas encargadas de apoderarse del estado. Estas células entraron por Nayarit, bajando desde la zona serrana. Al mismo tiempo, operadores de El Mayo Zambada descendían desde Coahuila y Durango.
Solo en el mes de julio diez personas más aparecieron en puentes y vialidades de Zacatecas, Fresnillo y Valparaíso. Solo entre el 12 y el 13 de julio fueron hallados otros 21 cadáveres en estos municipios. Solo el 14 de septiembre hubo 31 ejecutados.
Los colgados de Cuauhtémoc provocaron la caída del secretario de Seguridad, Arturo López Bazán –quien acababa de cumplir un año en el cargo y provenía de la Conase, una de las pocas dependencias que han arrojado resultados en medio de la matanza sin freno que priva en el país–, así como la llegada de un general más al frente de las tareas de seguridad: Adolfo Marín Marín.
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