Jalisco en alerta tras la detención de Rosalinda “N”, esposa del “Mencho”

Tras la recaptura de Rosalinda González Valencia, esposa de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, las autoridades de Jalisco se mantienen alertas ante posibles represalias violentas de una de las organizaciones criminales más peligrosas del planeta.

La fiscalía estatal confirmó cambios especiales en patrullajes para estar atentos ante la probable embestida del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), aún cuando 24 horas después de la detención en Zapopan, no se han presentado ataques simultáneos a gran escala.

“Tuvimos contacto todas las áreas de Seguridad para hacer un reajuste en el esquema de patrullaje y de vigilancia, pudiendo esperar algún tipo de reacción, no se ha presentado, esperamos que no se presente”, temió el fiscal de la entidad, Gerardo Octavio Solís Gómez.

“Ya todas las áreas están bajo un esquema de patrullaje diferente al ordinario, al del día a día”, reiteró.

Solís Gómez explicó que la dependencia a su cargo no fue informada de las acciones por la cautela del operativo que encabezaron el Ejército, Centro Nacional de Inteligencia y la Fiscalía General de la República, durante la tarde de este 15 de noviembre.

“Este tipo de operativos, por su delicadeza, son llevados en extremo sigilo, nos enteramos ya que el operativo había concluido, no había otra forma de estar enterado hasta que esto hubiera terminado”, justificó.

“Nos enteramos incluso por los propios medios de comunicación y por el boletín de la Sedena, el CNI y la FGR”.

Aunque el aseguramiento de la esposa del Mencho ocurrió antes de las 19:00 horas del lunes pasado, la Secretaría de la Defensa (Sedena) esperó más de medio día para reportarlo oficialmente, luego de internar a la imputada en un penal femenil de Morelos.

En las últimas horas de este martes, un fuerte dispositivo militar se ha desplegado en el fraccionamiento Puerta de Hierro de Zapopan, por donde circulan camionetas artilladas del Ejército. En ese sitio había sido detenida Rosalinda González Valencia en mayo de 2018.

Mientras que en la brecha de Camino Antiguo a Tequilla, cerca de Nextipac, fueron localizados tres coches calcinados (supuestamente, un Audi Q5, una Honda CRV y un Toyota Camry) con múltiples casquillos de balas en las inmediaciones y sin cuerpos al interior.

Además, el sigilo del arresto pudo desencadenar en el secuestro de dos agentes de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), quienes no guardaban ningún nexo con las operaciones del aseguramiento pero se encontraban por la zona la noche de este lunes.

Fuentes militares han reportado a Infobae México que, si bien los Marinos no estaban involucrados en la detención, los sicarios que fueron por ellos habrían actuado en venganza tras la aprehensión de Rosalinda González Valencia. Esa es la explicación que se ha asumido.

Hasta la tarde de este 16 de noviembre no habían sido localizados el Cabo conductor y la Segunda Maestre de Infantería de Marina, quien se desempeñaba como oficinista de un mando de la Semar. Los tres están adscritos a la Octava Zona Naval de Puerto Vallarta y la noche de este lunes asistirían a una reunión ordinaria en Zapopan, pero previamente acudieron al Wal-Mart de las avenidas Aviación y Santa Margarita.

Tanto la secretaria como el chofer fueron secuestrados junto con la unidad oficial de la Marina en el estacionamiento de aquel supermercado.

La Sedena calificó la detención de González Valencia como un golpe significativo a las estructuras financieras de la delincuencia organizada, sin especificar las causas penales que le llevaron a coordinar las acciones.

No es la primera vez que el CJNG actuaría en represalia, pues en agosto de 2012, cuando se reportó la detención del Mencho, sus huestes desataron el caos en Jalisco con una treintena de narcobloqueos. Ello condujo a la liberación del capo.

En abril de 2015, el grupo criminal emboscó un convoy de la Fuerza Única de Jalisco en San Sebastián del Oeste. El saldo de aquella masacre fue de 15 policías asesinados y cinco más heridos. Presuntamente esto sucedió en respuesta al abatimiento de Heriberto Acevedo Cárdenas, el Gringo y/o el Güero, líder regional de las cuatro letras.

Tres años después, en Nayarit, el CJNG secuestró y asesinó a dos agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) no sin antes difundir un video en el que los mostraba atados de manos y los forzó a criticar las políticas de seguridad del gobierno. Los cuerpos aparecieron dos semanas después en aquel febrero de 2018.

El 16 de junio de 2020, sicarios del mismo grupo delictivo asesinaron al juez federal Uriel Villegas y su esposa, Verónica Barajas. Los atacantes acribillaron a la pareja con 20 tiros afuera de su casa, al norte de Colima. Dos días antes, el juzgador concedió órdenes de arresto contra dos familiares de un líder local del CJNG.

Ante la detención en Zapopan, las autoridades han manifestado que están pendientes, pero eso no quita que sean rebasadas como tantas ocasiones frente a una organización despiadada.

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