Efectivos de la Policía Federal Ministerial (PFM) detuvieron en el Estado de México a René Monterrubio Robles, luego de que se declarara culpable de realizar obras de excavación y remoción de suelo en la zona de monumentos arqueológicos de Teotihuacán.
La Fiscalía General de la República (FGR) informó que, a través de la Fiscalía Especializada de Control Competencial (FECOC), cumplimentó una orden de aprehensión contra Monterrubio Robles por su responsabilidad en un delito de la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
Lo anterior, luego de que personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recibiera una llamada telefónica en la que una persona denunció trabajos no autorizados en el área ampliada de monumentos arqueológicos o área B de la zona de monumentos arqueológicos de Teotihuacán.
Debido a la anterior denuncia, personal del INAH acudió al inmueble referido, donde fueron atendidos por Rene Monterrubio, quien se presentó a sí mismo como el responsable del inmueble, pero sin acreditarlo mediante ningún tipo de documentación y sin contar con las autorizaciones pertinentes de las obras que su equipo de trabajo estaba realizando.
Derivado de lo anterior se presentó una denuncia penal y el juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en el Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México, con sede en Nezahualcóyotl, libró orden de aprehensión, misma que fue cumplimentada este 11 de octubre por los agentes de la Policía Federal Ministerial, quienes trasladaron al detenido al Centro de Justicia Penal Federal en Nezahualcóyotl.
En la audiencia de imputación, una jueza impuso las medidas cautelares de presentación periódica ante la Unidad de Medidas cautelares: prohibición de salir del país, un informe en el que señale el domicilio donde va a residir, y una garantía económica.
Lo anterior quiere decir que Monterrubio Robles podrá seguir su proceso en libertad condicionada.
Zona Arqueológica de Teotihuacan
La Ciudad Prehispánica de Teotihuacan fue uno de los centros urbanos más grandes del mundo antiguo, que llegó a concentrar una población mayor a los 100,000 habitantes en su momento de máximo esplendor. Situada en un valle rico en recursos naturales, Teotihuacan fue la sede del poder de una de las sociedades mesoamericanas más influyentes en los ámbitos político, económico, comercial, religioso y cultural, cuyos rasgos marcaron permanentemente a los pueblos del altiplano mexicano, traspasando el tiempo y llegando hasta nosotros con la misma fuerza y grandeza con que sus constructores la planearon.
Para los pueblos que precedieron a Teotihuacan, este sitio tuvo un significado preponderantemente sagrado. Varias fuentes históricas señalan que los aztecas y sus gobernantes llegaron a estas ruinas para orar y celebrar ritos. Posteriormente Teotihuacan fue punto de referencia desde el comienzo de la ocupación española; y en la actualidad es reconocida como uno de los testimonios más sobresalientes del urbanismo antiguo y el desarrollo estatal.
Teotihuacan se ha convertido en un estandarte para los mexicanos en la defensa y resguardo del Patrimonio Cultural Nacional, su monumento principal, la Pirámide del Sol, es un icono de la identidad nacional, sobre todo como un elemento relevante del pasado prehispánico. Los restos arqueológicos de la antigua ciudad del Clásico en Teotihuacan, representan a México en el ámbito internacional, ya que fue el primer sitio de nuestro país declarado tesoro del Patrimonio Mundial, por la UNESCO en 1987.
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