Un reciente estudio científico de la University College London (UCL), reveló que la leche de lombriz podría ser la clave para retrasar el envejecimiento humano, ya que contiene varias sustancias que aportan nutrientes especiales.
El descubrimiento fue publicado en la revista Nature Communications, en donde explican que cuando las madres gusanos secretan un líquido por su vulva, similar a la leche, sus crías se alimentan para crecer, en un proceso que funciona como un tipo de suicidio.
“Es tanto una forma de lactancia primitiva, que sólo se ha demostrado que hacen algunos otros invertebrados, como una forma de suicidio reproductivo, ya que las madres de gusanos se sacrifican para mantener a la próxima generación”, señalan.
En el estudio, los científicos pusieron bajo la lupa la lombriz Caenorhabditis elegans, la cual ha sido objeto de estudio en varias ocasiones, para entender cómo envejecen los gusanos y su comportamiento.
La mayoría de estas lombrices son redondas, transparentes de un milímetro de largo, tienen órganos reproductores femeninos y masculinos, por lo que se reproducen auto fertilizándose con reservas limitadas de esperma. A los pocos días de alcanzar su madurez sexual se agota su reserva y cesa la producción.
“Ahora hemos explicado un proceso autodestructivo único que se observa en los gusanos nematodos”, agregó el profesor David Gems, titular del estudio de la UCL.
De tal modo, al haber logrado su cúspide las lombrices hacen un acto desinteresado en pro de sus crías, ya que comienzan a consumir sus propios órganos para producir la leche que sus crías toman para crecer.
También ponen más que su propio peso corporal en huevos no fertilizados. Los científicos asumieron anteriormente que estos cambios eran inútiles y representaban alguna forma de enfermedad de la vejez.
Carina Kern, doctora del Instituto de Envejecimiento Saludable de la UCL y una de las coautoras del estudio, explicó: “Una vez que nos dimos cuenta de que los gusanos posreproductivos estaban produciendo leche, muchas cosas de repente cobraron sentido. Los gusanos se están destruyendo a sí mismos en el proceso de transferir nutrientes a su descendencia. Y todos esos huevos sin fertilizar están llenos de leche, por lo que actúan como botellas de leche para ayudar con el transporte de la leche para alimentar a los gusanos bebés”.
Anteriormente los científicos de ese laboratorio habían demostrado que la producción de yema en la vejez es un proceso autodestructivo. Los gusanos denominados mutantes de larga vida también han sido intensamente estudiados para comprender su envejecimiento, relacionado a la producción del mencionado líquido y sus huevos no fertilizados.
Sin embargo, en el nuevo estudio, los investigadores encontraron que la llamada leche parece beneficiar a las larvas, ya que encontraron evidencia de que los gusanos jóvenes estaban ingiriendo la leche del gusano, así como los que tuvieron acceso a leche de yema crecieron más rápidamente.
Kern agregó: “La existencia de la leche de lombriz revela una nueva forma en que C. elegans maximiza su aptitud evolutiva: cuando ya no pueden reproducirse porque se han quedado sin esperma, derriten sus propios tejidos para transferir recursos a su descendencia”.
El descubrimiento de los científicos de la reproducción autodestructivo podría tener implicaciones en la detención del envejecimiento humano.
“Lo sorprendente del envejecimiento de C. elegans es que la manipulación genética puede aumentar enormemente la vida útil, hasta diez veces. Esto sugiere que, al comprender cómo sucede esto, se podría encontrar la clave para frenar el envejecimiento humano, lo cual es realmente emocionante. Pero si la extensión de la vida de C. elegans se debe simplemente a la supresión de la reproducción suicida como en el salmón, entonces la posibilidad de aplicar nuestro conocimiento sobre el envejecimiento de los gusanos para extender dramáticamente la vida humana de repente parece remota”, señaló el profesor Gems.
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