Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su decisión de extinguir el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), también aceptó que hay pendientes por la atención de afectaciones tras el paso del huracán Grace en agosto pasado.
“Antes se entregaban de manera desordenada los apoyos, había el famoso Fonden, que era como un barril sin fondo, aprovechaban los políticos, los funcionarios y también los dirigentes de organizaciones sociales para hacer su agosto, porque compraban a precios elevadísimos los enseres, las despensas”, acusó el mandatario de gira por Huayacocotla, Veracruz.
Como había una declaratoria de emergencia, pues tenían manga ancha para comprar a proveedores ya seleccionados, preferidos, predilectos, que merodeaban en la Secretaría de Gobernación, hay historias sobre esto, de los que se dedicaban a venderle al gobierno catres, láminas de zinc, despensas y cobertores
Pero López Obrador también pidió que fueran atendidos los reclamos por aquellos que aún no habían sido beneficiados con algún apoyo en el proceso de recuperación. Sin embargo, justificó que su política de ayuda en desastres es innovadora porque busca atención directa con los damnificados mediante un censo en cada vivienda.
“Hay desde luego, alguna inconformidad, hay que atender a todos. Hay quienes dicen: ‘no fui censado, no me tomaron en cuenta’, hay que atenderlos”, solicitó a dependencias como la Secretaría del Bienestar.
El mandatario confió en que los censos realizados permiten un panorama claro de los daños, así como la cantidad de familias que deben ser atendidas. De tal modo que si las personas no son consideradas damnificadas, no pueden ser inscritas en la lista de beneficiarios y por ello apeló a la honestidad en la entrevista con los Servidores de la Nación.
“De todas maneras, si hay inconformidad, hay que atenderlos, hay que irlos a ver si no fueron tomados en cuenta; pero por lo general es que había la mala costumbre de entregarle a diestra y siniestra a las organizaciones y ahora pues no es de esa manera”, recalcó.
El huracán Grace tocó tierra el 19 de agosto en la península mexicana y después se desplazó hacia el Golfo de México donde recobró fuerzas, pues impactó en Veracruz con categoría 3. De ahí que afectó a 258 mil 552 personas en 64 mil 513 viviendas de Veracruz, Hidalgo y Puebla, según datos de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Desde 1996, el Fonden era una bolsa de recursos adicionales para uso de emergencia en caso de sismos, inundaciones, huracanes o cualquier otro fenómeno que afectara a la población.
Pero el presidente López Obrador decidió extinguirlo junto con 108 fideicomisos más, para disponer de 68 mil 400 millones que habrían de ser redirigidos a obras de la administración federal. La decisión fue avalada por los legisladores.
Ante desastres naturales, como los ocho fenómenos que azotaron al país del 20 agosto al 17 de septiembre en este 2021, el gobierno actual optó por encomendar laboras de recuperación a la Secretaría de la Defensa Nacional, quien se encarga de la distribución de enseres domésticos.
Sin embargo, el Ejército apenas ha entregado 200 paquetes de insumos que incluyen agua, cobertores, colchonetas y kits de aseo, según la declaratoria de emergencia en Veracruz del pasado 6 de septiembre. En este caso deberán ser beneficiadas siete mil 38 familias, pero el avance es del 2.7% por ciento.
“Y en la otra parte, de entrega de enseres, de los 41 mil 323 familias, son 165 mil 292 insumos, solamente hemos entregado dos mil 313 con un avance del 1.4 por ciento y concluiremos con esto en el mes de diciembre”, dijo Luis Cresencio Sandoval, general secretario de la Sedena.
De modo que el Ejército aún no ha distribuido estufas, colchones ni refrigeradores, pese a que cuenta con una centena de los dos primeros electrodomésticos y más de dos mil en el tercer caso. Faltan pies de cama y el general atribuyó la lentitud a falta de cumplimiento de las empresas, que se han visto limitadas en sus cadenas de producción.
Sin embargo, el gobierno federal ha entregado 35 mil pesos, de manera directa, a cada una de las 45 mil 318 familias censadas. Una inversión de mil 586 millones de pesos en la entidad veracruzana. Aún así, el presidente llamó a reforzar programas sociales en la región, por los reclamos recibidos en su trayecto.
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