“¡Vivan las madres de la patria!”: Alcaldesa de Iztapalapa dedicó su Grito a las mujeres de la Independencia

En los festejos por el Día de la Independencia 2021, Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, brindó el tradicional “Grito” de manera virtual y con un número limitado de invitados en la explanada Cuitláhuac.

Como parte de los festejos, la funcionaria emitió una serie de “Vivas” previo al oleaje de la bandera y son de la campana; en éstos, Brugada reconoció en mayor medida a “las heroínas de la patria” como Leona Vicario, Josefa Ortíz de Domínguez, Gertrudis Bocanegra, entre otras más.

“Vivan las heroínas que nos dieron patria y libertad. Vivan las madres de las patria. Viva Leona Vicario. Viva Doña Josefa Ortíz de Domínguez. Viva Gertrudis Bocanegra. Viva la capitana Manuela Molina. Viva María Ignacia Rodríguez de Velazco. Viva Rita Pérez de Moreno. Viva Tomasa Estevez. Viva Mariana Rodríguez”, exclamó ferviertemente.

De igual manera, Brugada reconoció a las mujeres, niños, niñas y pueblos indígenas de la demarcación capitalina, así como a las luchas sociales “por la justicia y democracia”.

“Vivan las luchas por justicia y democracia. Vivan los pueblos originarios de Iztapalapa y sus tradiciones. Vivan nuestras niñas y niños con sueños para ser gigantes. Viva la rebeldía de nuestros jóvenes. Vivan los hombres y mujeres que han construido Iztapalapa. Viva el pueblo organizado y su lucha incanzable”, agregó.

Por último, la alcaldesa finalizó la dedicatoria de “Vivas” con reconocimiento a las Utopías - proyecto estrella de la alcaldía; a Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), y al presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Viva la Iztapalpa de las Utopías. (...) Viva la Cuarta Transformación. Viva Iztapalapa libre. Viva Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno. Viva nuestro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Viva México. Viva México”, culminó.

Si bien la historia de la Independencia de México ha resaltado a figuras femeninas como Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez y Gertrudis Bocanegra, también existieron otras mujeres cuya participación fue igual de crucial para el movimiento.

Manuela Molina (1780 - 1822)

María Manuela Molina, mejor conocida como La Capitana, fue una indígena que se unió a las filas de José María Morelos y Pavón en las que - según historiadores - habría participado en siete batallas.

A pesar de no contar con suficientes registros de esta heroína, se cuenta que fue ferviente admiradora de “El Siervo de la Nación”. Incluso, algunas leyendas relatan que La Capitana habría ocultado a Morelos para evitar que un sicario enviado por el virrey lo asesinara.

María Ignacia Rodríguez de Velazco (1778 - 1850)

María Ignacia, La Güera Rodríguez, rompió estereotipos de la mujer novohispana, tanto así que algunas opiniones la retratan como la primera feminista de México.

Su participación en la consumación de la Independencia ha sido un tema muy polémico. Según algunas fuentes apoyó a Agustín de Iturbide a que llevara a cabo el plan de libertad nacional del pueblo mexicano.

Rita Pérez de Moreno (1779 - 1861)

María Rita de la Trinidad Pérez Jiménez se unió a la guerra de independencia con su esposo y participó en la Batalla del Fuerte de Sombrero como enfermera y cocinera de los insurgentes. Asimismo, fungió como administradora y un brazo fuerte de la lucha armada.

Tomasa Estevez (1788 - 1814)

María Tomasa Estevez y Salas se unió a la lucha independentista pocos días después de su inicio, misma en la que auxilió a sus partidarios proporcionándoles uniformes.

Historiadores apuntan que Tomasa fue la organizadora de una exitosa emboscada a los colonistas, lo cual le valió una aprehensión y posterior sentencia a muerte a manos de Iturbide.

Mariana Rodríguez del Toro (1775 - 1821)

Tras la captura y derrota de los líderes de la Independencia, los conspiradores con ideas afines concluyeron que el movimiento había sido aniquilado. Sin embargo, Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín fue quien, a modo de respuesta, incitó a organizar la captura del virrey.

No obstante, fue delatada por un sacerdote a quien José María Gallardo le había confesado los planes; de ahí que fue aprehendida y amenazada para brindar información del movimiento. Falleció poco antes de la consumación de la independencia.

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