Este lunes volvió a provocar polémica la relación entre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y Carlos Slim, uno de los empresarios más ricos del país. Según cuenta el mandatario durante su conferencia de prensa matutina, ambos tuvieron que librar una tormenta mientras sobrevolaban en helicóptero un tramo del Tren Maya, uno de los proyectos insignia de la autollamada cuarta transformación.
Criticando la cercanía de López Obrador con el magnate, la politóloga Denise Dresser apuntó: “Carlos Slim, y cómo el gobierno está ‘separando el poder político del poder económico’ en nombre de los consumidores y ciudadanos de México”. En el tweet, la crítica al gobierno de AMLO agrega varias fotografías en las que sintetiza la relación entre ambos personajes.
En una de las imágenes, Carlos Slim se toma de la mano con AMLO durante una de sus conferencias matutinas -a las que ha sido invitado en diversas ocasiones-. Luego aparecen dos publicaciones de medios nacionales donde se señalan los beneficios económicos que ha obtenido el empresario mexicano durante el gobierno de López Obrador y, finalmente, una imagen del metro de la Línea 12 desplomado justo en el tramo que fue encargado a Grupo Carso, propiedad de Carlos Slim.
Sin embargo, para Denise Dresser no es ninguna sorpresa que dicha relación entre “el poder político y el poder económico” se traduzca en obras públicas que han beneficiado de manera destacada a las empresas de Carlos Slim. De hecho, desde el 2006 ella ya tenía predicciones que iban en ese sentido.
Este lunes, la politóloga acusó a López Obrador de, “sin pruebas, sin recato, y sin escrúpulos”, señalarla por actuar como informante para la embajada de los Estados Unidos en México. Y es que el 19 de agosto, el mandatario hizo alusión a unos cables filtrados a través de Wikileaks la entonces segunda al mando de la embajada, Leslie A. Basset, da detalles sobre una conversación que sostuvo con Dresser sobre López Obrador.
Fue durante un desayuno en el 2006, que la politóloga compartió con Leslie A. Basset sus apreciaciones sobre el ambiente político de ese año. En aquel entonces, estaba por concluir el mandato del expresidente mexicano, Vicente Fox Quesada, y las próximas elecciones se centraban sobre dos personajes principales: el actual Jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, y el ex presidente, Felipe Calderón.
De tal forma que la oficina del Secretario de Estado en Washington D.C., EE. UU. estaba interesada en conseguir opiniones informadas acerca del futuro político del país vecino. Una de las personas consultadas fue Denise Dresser.
Ella describe a López Obrador como un personaje pragmático y habilidoso, aunque el subtítulo del apartado en el que se concentran las opiniones de la politóloga en torno al mandatario se llama “AMLO necesitará un curso intensivo de política”.
Denise Dresser llama la atención sobre la administración de AMLO al frente del entonces Distrito Federal. Para ella, su actuar en aquel entonces dice más sobre su estrategia política que sus campañas electorales. Describe que su comportamiento fue “pragmático, incluso si sus políticas tienden a la izquierda. Como evidencia de su pragmatismo, ella [Denise Dresser] señala su relación [de AMLO] forjada con el oligarca Carlos Slim”.
Desde aquel entonces, Denise Dresser pronosticaba que “Slim puede ser el mexicano que más lucre con la presidencia de AMLO”. Ella ya esperaba desde aquel entonces que, en cuanto López Obrador llegara a la presidencia, Carlos Slim y sus empresas estarían bien posicionadas.
Dresser incluso previene a la embajada de los EE.UU. de que seguramente “AMLO apelará a su lado nacionalista, argumentando que los contratos del Estado deberían de otorgarse a empresas de propiedad mexicana, por ejemplo, sus compañías [las de Carlos Slim], en vez de las extranjeras”.
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