INAH: encontraron restos prehispánicos y coloniales cerca de la Casa Rivas Mercado

Algunos de los hallazgos incluyen una fracción de piso del complejo conventual de San Hipólito, malacates para hilar, navajillas y raspadores de obsidiana verde

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Cerca de la Casa Rivas Mercado fueron hallados restos de la época colonial y prehispánica (Foto: Cuartoscuro)
Cerca de la Casa Rivas Mercado fueron hallados restos de la época colonial y prehispánica (Foto: Cuartoscuro)

Durante supervisiones a una obra pública en la calle San Fernando, en la colonia Guerrero, y como parte del Proyecto Salvamento Arqueológico San Hipólito, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontró restos arqueológicos y de la época colonial muy cercanos al terreno de la Casa Rivas Mercado, lo que da cuenta del paso del tiempo desde las comunidades de la antigua Tenochtitlan hasta la formación de los barrios a mediados del siglo XX en la Ciudad de México

Las investigadoras del INAH, Nancy Domínguez Rosas y Jimena Rivera Escamilla mostraron parte de los hallazgos en el marco de la Noche de Museos y, a través de su perfil oficial de Facebook, presentaron parte de los materiales encontrados, entre los que localizaron basureros de la época prehispánica, restos de pisos, muros de lo que alguna vez fue un complejo conventual y una gran cantidad de vestigios arqueológicos de los periodos colonial, decimonónico y del siglo XX.

Según Domínguez y Rivera, de la Dirección de Salvamento Arqueológico, este hallazgo fue una sorpresa, debido a que las fuentes han referido que esta fue una zona cenagosa en uno de los barrios de Tenochtitlán, en la cual años más se establecieron los potreros de San Fernando en la época virreinal.

Resaltaron el descubrimiento de un piso relacionado con el Conjunto Conventual de San Hipólito, uno de los primeros edificios coloniales de Ciudad de México (Foto: INAH)
Resaltaron el descubrimiento de un piso relacionado con el Conjunto Conventual de San Hipólito, uno de los primeros edificios coloniales de Ciudad de México (Foto: INAH)

Durante la transmisión en vivo, las investigadoras señalaron que buena parte de los materiales provienen de dos basureros prehispánicos localizados en la calle San Fernando y apuntaron que es probable que gran parte de los desechos estén relacionados con los ritos ceremoniales del Fuego Nuevo, la cual marcaba la conclusión de un ciclo de 52 años y el inicio de otro calendario mesoamericano.

Los restos recuperados y que sobrevivieron al paso del tiempo fueron malacates para hilar, navajillas y raspadores de obsidiana verde del Cerro de las Navajas, localizado en el estado de Hidalgo; sellos, figurillas antropomorfas, cajetes, molcajetes y demás cerámica asociada a las fases Azteca III y Azteca IV, que comprenden los años 1430 a 1500 d.C y 1500-1521 d.C, respectivamente.

Las investigadoras del INAH apuntaron que las excavaciones efectuadas en la zona varían en profundidad conforme a los tramos donde se realiza la sustitución del drenaje, por lo que en algunos de ellos se pudo llegar hasta los cuatro metros, mientras que en otros solo se bajó entre 40 y 60 centímetros.

Las investigadoras señalaron que los hallazgos fueron una sorpresa, ya que la bibliografía ha apuntado que esta fue una zona fangosa (Foto: INAH)
Las investigadoras señalaron que los hallazgos fueron una sorpresa, ya que la bibliografía ha apuntado que esta fue una zona fangosa (Foto: INAH)

Asimismo, Domínguez y Rivera destacaron el descubrimiento de un piso relacionado con el conjunto conventual de San Hipólito, uno de los primeros edificios coloniales de la Ciudad de México, en el cual Bernardino Álvarez fundó el primer hospital psiquiátrico de América Latina, en 1967.

“Fue sorprendente encontrar una fracción de piso del complejo conventual de San Hipólito, in situ. Debido a un obstáculo que se presentó en la inducción de unos tubos de drenaje en la calle Héroes, fue necesario hacer una cala para determinar el motivo. A una profundidad de 80 centímetros a 1.50 metros, empezó a salir un piso de lajas de cantera, de aproximadamente 20 metros de largo, asociado con bloques de lo que pudo ser un muro”, detallaron.

Como parte del proyecto, también se han hallado fragmentos de cerámica vidriada como lebrillos, que dan cuenta de la actividad cotidiana del convento; lozas finas pintadas a mano, importadas de Europa y usadas por las residencias porfirianas a finales del siglo XIX. Además, en las calles de Violeta y Mina, se hallaron vías del tranvía que cruzó esta zona entre 1856 y 1979.

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